The Clash cuenta en su historia con varios éxitos: «Should I Stay Or Should I Go», «London Calling», «Spanish Bombs»,… Sin embargo, solo uno de sus temas llegó a posicionarse entre los diez primeros más escuchados en Estados Unidos: «Rock the Casbah». Un tema histórico que, sin embargo, dio muchos dolores de cabeza a sus autores.
Si bien es cierto que fue un éxito arrollador para la banda, quizá en la actualidad se les recuerda mejor por esos otros temas que hemos mencionado. Pero para entender de qué trata la canción y cuáles fueron las claves de su éxito, debemos poner un poco en contexto a The Clash.
Cuando The Clash saltó a la palestra en la segunda mitad de la década de los setenta, el mundo del punk rock ya contaba con gigantes como The Ramones, Patti Smith o Sex Pistols. Sin embargo, The Clash supieron hacerse un hueco con algo distinto: su compromiso político. Frente al nihilismo del resto de grupos de punk, The Clash planteaban una crítica ácida y comprometida con los problemas políticos y sociales de todo el mundo. Y en ese sentido, «Rock the Casbah» es el mejor ejemplo.
La canción salió al mercado en un momento en que el grupo ya estaba consolidado, en 1982. Formaba parte del álbum Combat Rock, que incluía también el mítico «Should I Stay Or Should I Go».
Portada del álbum Combat Rock de The Clash (1982).
A diferencia de otros temas de The Clash, la primera versión de «Rock the Casbah» fue prácticamente creada por el percusionista de la banda, Topper Headon. Tanto letra como composición y arreglos musicales para bajo, piano y batería son obra suya. Sin embargo, aquella primera versión tenía una temática completamente distinta a la que acabó teniendo, y eso se lo debemos al resto de componentes del grupo, en especial a Joe Strummer.
Strummer, inspirado por la letra original de Headon, vio la oportunidad de convertir el tema en un himno contra la censura que estaba teniendo lugar en otros lugares del mundo. Pero ¿de qué hablamos?
Nos remontamos un par de años, a 1979, momento en que en Irán llega al poder el ayatolá Ruhollah Jomeini. Jomeini había encabezado la oposición a los intentos modernizadores y occidentalizadores del sah, máxima autoridad política de Irán que había ignorado la autoridad religiosa de los ulema, el clero musulmán chiita. La posición de los religiosos había triunfado entre los sectores más conservadores de la sociedad iraní, creando un movimiento de oposición a los monarcas que articuló la denominada Revolución iraní.
Sus continuas críticas y su colaboración con los revolucionarios, llevaron al exilio a Jomeini. Pero en 1979, aprovechando la supuesta convalecencia del sah, que algunos han considerado un autoexilio provocado por las presiones de sus opositores, el gobierno interino autorizó el regreso de Jomeini a Irán. A su vuelta fue recibido por millones de partidarios que dieron como ganada la revolución y que colaboraron para deponer a ese mismo gobierno interino.
Jomeini en su regreso a Irán. Fuente: La Vanguardia.
Así se abrió un proceso por el cual Irán pasó de ser una monarquía a una república islámica que, poco a poco, fue dando forma a un régimen autoritario y teocrático regido por el propio ayatolá Jomeini.
El nuevo régimen, mucho más conservador que el anterior, comenzó una cruzada contra todo lo occidental, y eso incluía la música: los estilos de música occidental (pop, rock, punk, reggae, disco…) fueron prohibidos y sometidos a una rígida censura. Este hecho fue el que articuló la creación de «Rock the Casbah»:
By order of the Prophet
We ban that boogie sound
Así reza la canción: Por orden del profeta prohibimos ese sonido boogie. Y la crítica al ayatolá se hizo presente en los míticos coros de la canción: Sharif don’t like it. Strummer tomó la casbah, la parte central de las fortificaciones o alcazabas musulmanas, como símbolo de ese poder islámico y llamó a “rockearlas” en el estribillo del tema. Y, por si cabía alguna duda, The Clash grabó un videoclip en que pusieron a musulmanes y judíos a bailar ska juntos (y beber alcohol, lo que molestó a algunos religiosos).
Portada del single (1982).
La idea era genial y la canción tuvo un éxito rotundo. Sin embargo, acababa de nacer el mayor dolor de cabeza en la carrera de The Clash en general y Strummer en particular.
The Clash pretendía denunciar la censura y los abusos del régimen radical islamista, querían reivindicar la libertad, pero hubo quien quiso utilizar el tema para fines que nada tenían que ver con las intenciones de la banda.
En agosto de 1990 Estados Unidos puso en marcha la Operación Tormenta del Desierto con la ayuda de sus aliados, había comenzado la Guerra del Golfo. Durante meses los aviones de la coalición dirigida por Estados Unidos bombardearon objetivos militares y civiles de Irak y Kuwait. Y sobre los misiles los soldados estadounidenses habían escrito orgullosos el lema «Rock the Casbah». Es más, la canción se usó durante la guerra en reportajes y fue coreada por los soldados en más de una ocasión.
Strummer y el resto del grupo, que eran convencidos pacifistas contrarios a la intervención militar, quedaron muy afectados al ver estas imágenes y en más de una ocasión denunciaron que el tema se hubiera tergiversado. Y, sin embargo, aún tuvieron que volver a ver imágenes similares en otras intervenciones militares más recientes en Oriente Próximo.
Referencias:
Kapuscinski, R. (2007). El sha o la desmesura del poder. Anagrama.
Greene, A. (2009). «The Clash’s Topper Headon Demonstrates How He Wrote ‘Rock the Casbah'». Rolling Stone.
Documental: Joe Strummer. The Future Is Unwritten (Julien Temple, 2007).
En el año 2010 Exodus publicó su noveno álbum de estudio Exhibit B: The Human Condition. Un álbum en el que se mezcla política, guerra o muerte y nos enseña el lado más crudo y oscuro de la condición humana. Antes de abordar el tema de la canción que hemos escogido merece la pena que nos centremos en la propia portada del disco que se aprecia en el video a continuación. La portada se trata de un «Hombre de Vitrubio» convertido en un esqueleto que porta armas en sus manos, una biblia e incluso un chaleco bomba. Una portada que trata de mostrar este lado más retorcido del ser humano, en palabras de Gary Holt (guitarrista y compositor de Exodus): la obra de arte representa al hombre y su afinidad por el derramamiento de sangre, la ignorancia y la capacidad general para ser llevado como ovejas al matadero.
La canción que analizaremos a continuación es «Nanking» , que trata sobre lo que se conoce como «la Violación de Nankín», un episodio ocurrido durante la Segunda guerra sino-japonesa.
Sadistic soldiers of the rising sun 1937’s when the rape had begun The ancient city fell under imperial rule By an engine of war and lust, savage and cruel
La primera estrofa comienza dirigiéndose a los soldados japoneses «soldados del sol naciente» a los que tilda de sádicos y nos dice que en 1937 comenzó la «violación». Las causas de esta guerra fue la política imperialista japonesa tras la Primera guerra sino-japonesa. Después del incidente de Mukden en 1930, la región de Manchuria pasó a manos japonesas en 1934 y desde ahí iniciaron una política destinada a consolidar posiciones en el norte de China, lo que aumentó la tensión entre ambos gobiernos. En 1937 se produjo el incidente del Puente de Marco Polo cerca de Pekín que dio lugar a una serie de pretextos para iniciar una guerra y precipitar las acciones de Japón sobre China. En julio de ese mismo año las tropas japonesas comenzaron una guerra de conquista que se dirigió hacia Nankín, ciudad protagonista de nuestra canción y capital de China en ese momento.
La estrategia japonesa se basó en asestar un gran golpe a Nankín y forzar la rendición china. Esta ciudad destaca por ser relativamente vulnerable debido a su posición geográfica ya que se encuentra encajada en un recodo del río Yangtsé y está rodeada de agua.
Localización de Nankín. Fuente: Google maps.
Assembly line efficiency of killing machines Unbridled fury of the sick and obscene Systematic sexual degradation The more perverse the greater exaltation
El camino hacia la capital comenzó a finales de noviembre y en pocas semanas el ejército japonés arrasó con las poblaciones adyacentes a Nankín. El 7 de diciembre los japoneses se encontraban a las puertas de la ciudad y el 13 ya habían penetrado en ella comenzando el horror que describe la canción.
La entrada a Nankín
El ejército japonés entró a la ciudad con la siguiente orden: Todos los prisioneros de guerra han de ser ejecutados. Método de la ejecución: dividir a los prisioneros en grupos de a doce. disparar a matar por separado. Sin embargo, había un problema y es que en la ciudad quedaban más de medio millón de civiles y un ejército de en torno a 90.000 soldados chinos frente a los 50.000 del ejército japonés.
La orden de asesinar a todos los prisioneros podría haberse debido a que eran bocas que alimentar y que la supervivencia de estos podría suponer sublevaciones y altercados. Para poder llevar a cabo las ejecuciones los japoneses optaron por engañar a los que se rendían con la falsa promesa de mantenerlos con vida. Sorprendentemente para los japoneses, los soldados chinos apenas mostraron resistencia y se rindieron con facilidad, entregando sus armas y aceptando la derrota. Poco a poco el ejército japonés fue eliminando a los soldados. La mayor matanza ocurrió junto a la montaña Mufu, en el que fueron ejecutadas 57.000 personas en su mayoría soldados, aunque también civiles.
Nowhere to hide, nowhere to run They turned the waters of the Yangtze red with blood Cast aside and brutalized Terrific horror made to terrorize
Tras la rendición en masa de los soldados, el día 13 de diciembre la ciudad había capitulado definitivamente. Los japoneses ocuparon los edificios gubernamentales y comenzaron los saqueos, violaciones y el exterminio de civiles.
En los primeros días tras la conquista mataron a civiles aleatoriamente y en cualquier sitio de la ciudad disparando cuando se les antojaba. Por la ciudad corrían los ríos de sangre y los ciudadanos no podían escapar de ese horror. Como dice Exodus «Ningún lugar para esconderse, ningún lugar para correr» ya que no solo asesinaron civiles en las calles sino que el ejército japonés fue casa por casa investigando que no hubiera soldados escondidos. No solo los civiles de la ciudad eran asesinados sino también los de las poblaciones que se encontraban alrededor de Nankín ya que los japoneses disparaban a cualquier joven chino bajo el pretexto de que podían ser antiguos soldados. Los cuerpos de tantas personas se fueron apilando junto al río llegando a teñirlo literalmente de rojo, circunstancia que también recoge la banda en el estribillo de la canción «enrojecieron las aguas del Yangtsé con sangre».
Cuerpos de víctimas junto al río Quinhuai, afluente del Yangtsé, a las afueras de Nankín. Fuente: Wikipedia.
Bestial and violent, six weeks of suffering So black was the day they marched through the gates Their fate was beckoning
La masacre de Nankín acababa de empezar y se desarrollaría a lo largo de seis semanas. «Bestial y violento, seis semanas de sufrimiento» continúa el estribillo. Par diciembre de ese año la mitad de la población había huido de la ciudad (pasó de un millón a unas 500.000 personas) y los que quedaron, en muchos casos, eran civiles de las comarcas de alrededor de Nankín que esperaban que la ciudad les protegería. Muchos civiles chinos recibieron a los japoneses con júbilo pensando que así obtendrían el perdón de los invasores y podrían proseguir con sus vidas. Sin embargo, desde el momento en el que tomaron la ciudad, los crímenes se fueron perpetrando indiscriminadamente.
Las torturas
Tanks ran over men nailed to boards Decapitations with an officer’s sword Gang rape of women, both the young and the old Frozen to death in waters ice cold
Disembowelment, some are buried alive Suicide’s preferred for those who survive The stench of corpses everywhere in the streets Dogs feast on the rotting meat
Matar se convirtió en un juego para los soldados japoneses y Exodus nos narra en estas estrofas algunos de los métodos que utilizaron para asesinar y torturar a la población. Uno de ellos fueron los entierros prematuros por los que los soldados japoneses obligaban a los cautivos a cavar una fosa, otro grupo enterraba al primero, el siguiente al segundo grupo y así sucesivamente «Muchos eran enterrados vivos». Los japoneses alargaban la agonía de los civiles agonía con enterramientos parciales hasta el pecho o la cabeza. El destino de estos enterrados era servir de diana o ser atropellados por tanques.
Civiles chinos siendo enterrados vivos. Fuente: Wikipedia.
Los blindados también se utilizaron para atropellar a prisioneros que clavaron en tablas a lo largo de la ciudad «Los tanques atropellaron a los hombres clavados en tablas». Por supuesto, también mutilaron a estos prisioneros con bayonetas, sables o agujas.
También fueron quemadas vivas una gran multitud de personas, así como la muerte por hielo, en la que obligaban a los civiles a realizar agujeros en el hielo del río y a meterse en el agua para ser inmediatamente acribillados «Congelados hasta la muerte en aguas heladas».
La última estrofa también nos habla de perros que «se dan un festín con carne podrida» aunque la realidad es más aterradora, pues una de las torturas era precisamente ser despedazados por perros de presa.
Las violaciones
Thousands forced into prostitution So many years and still no restitution The carnage of Carthage so easily outdone Add all the blood you get 1200 tons
En esta estrofa se habla de las violaciones que sufrieron las mujeres. Probablemente esta sea una de las mayores violaciones en masa de la historia, se estima que entre 20.000 y 80.000 mujeres fueron violadas. Sin embargo, los datos estadísticos no sirven para medir el horror vivido durante estas seis semanas.
Los soldados japoneses violaron sin distinción de clases sociales, en muchas ocasiones hasta la muerte. En los registros que hacían casa por casa exigían dinero y «chicas jóvenes» por lo que la vida en Nankín tenía un doble peligro para las mujeres: el de quedarse dentro de la ciudad y ser vendida por sus propias familias o el de huir hacia la zona de seguridad exterior y ser interceptadas en el camino.
Las mujeres chinas fueron violadas en cualquier parte y a cualquier hora: en plena calle, a la luz del día sin que nadie interviniera. Tampoco había distinción de edad, muchas mujeres ancianas fueron atacadas sexualmente hasta la muerte y, si apenas hubo respeto por las ancianas, lo peor se lo llevaron las niñas de la ciudad. Estas últimas no solo eran violadas sino que también mutiladas o cortadas por la mitad tras el acto sexual.
La violación de mujeres con frecuencia venía acompañada de la masacre de familias enteras y muchas de estas mujeres fueron forzadas a la prostitución como explica la canción.
Esta misma estrofa termina haciendo una comparación entre el destino de Nankín y el de Cartago tras la tercera guerra púnica (del que ya hablamos aquí).
Conclusión
Massacre removed from history books No mention of men hung from iron hooks All counter to the rules of war They made a city an army’s whore
Los datos de esta masacre y violaciones se han adulterado a lo largo de los años y diversos estudios arrojan cifras muy dispares. Por un lado, algunos autores japoneses dan cifras inferiores a 200.000 asesinados, llegando incluso a la cifra de menos de 3.000 personas. Algunos estudios chinos dan cifras superiores a 400.000 personas asesinadas.
No obstante, lo interesante de esta circunstancia es que mientras se producía este fatídico acontecimiento, la prensa norteamericana era bien informada. Por lo que los japoneses decidieron poner a funcionar un aparato propagandístico para influir en la opinión pública en vez de exigir a sus tropas que cesaran la masacre. En Shangai se podía leer el titular «La armoniosa atmósfera de la ciudad de Nankín rezuma bienestar», dónde se afirmaba que «el Ejército Imperial entró en la ciudad, envainó las bayonetas y estrechó las múltiples manos agradecidas para examinarlas y curarlas». Esta propaganda no sirvió de mucho y antes de que terminara la II Guerra Mundial, comenzaron los juicios contra los generales japoneses que permitieron tales atrocidades y que se prolongaron hasta 1946. Estos procesos judiciales resultaron en condenas de muerte para una serie de altos cargos aunque no todos los implicados (incluidas la familia imperial y el propio Hirohito) fueron condenados.
Juicio en el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente. Fuente: Wikipedia.
El final de la canción es un canto hacia lo desapercibida que ha pasado esta historia en la memoria colectiva. Si bien es cierto que para China es un episodio muy relevante, los japoneses tratan de mantenerlo oculto y para lo que se conoce como «occidente» esta historia apenas aparece en los libros.
Posiblemente las torturas que se cometieron en Nankín no se alejen de la barbarie nazi que todos conocemos. Por el contrario, el mundo occidental apenas toma conciencia de algo que no considera suyo o que considera lejano y es posible que de ahí venga la queja de la propia banda cuando habla de una «masacre eliminada de los libros de historia» e incluso llegan a sentenciar con un «convirtieron una ciudad en la puta de un ejército» mostrando con ello cómo se le ha dado la espalda a esta historia y criticando el lado más oscuro de la condición humana.
Bibliografía:
Chang, I. (2017). La violación de Nanking: El holocausto olvidado de la Segunda Guerra Mundial. Capitán Swing Libros.
Lai, B. (2018). Chinese soldier vs japanese soldier: China 1937–38. Bloomsbury Publishing.
Paine, S. C. M. (2005). The sino-japanese war of 1894-1895: Perceptions, power, and primacy. Cambridge University Press. Whitehurst,
G. W. (2020). The china incident: Igniting the second sino-japanese war. McFarland.
At the gates and the walls of Montségur Blood on the stones of the citadel
Así es el estribillo de la cuarta canción del álbum Dance of Death de Iron Maiden, una canción que según se ha citado en algunas publicaciones fue concebida por Bruce Dickinson durante unas vacaciones al sur de Francia, muy cerca de la fortaleza que da nombre a la canción, Montsegur.
La canción deja claro desde el principio que trata de una masacre, describiendo en sus primeras estrofas un espacio desolado en el que se ha llevado a cabo una matanza:
I stand alone in this desolate space In death they are truly alive Massacred innocence, evil took place The angels were burning inside
Bruce Dickinson habla en primera persona, describiendo lo que observa en las ruinas, conocedor de lo que allí ocurrió, y en los siguientes versos se pregunta los motivos que llevaron a tal masacre:
Centuries later I wonder why What secret that they took to their grave Still burning heretics under our skies Religion’s still burning inside
Ya nos lanza una pista: habla de unos herejes y de un posible secreto. Se está refiriendo a los cátaros, pero ¿quiénes eran los cátaros?
Los cátaros o albigenses fueron un movimiento religioso que, aunque se originó en Oriente, tuvo especial predicamento durante la Edad Media en Europa occidental. Eran cristianos, pero tenían algunas diferencias con los católicos. Así, por ejemplo, estaban muy influidos por cultos maniqueístas orientales, de forma que tenían una visión dualista del mundo, que, según ellos, vivía en una continua lucha entre el bien y el mal, y todo lo material era una creación de Satán. Esto les llevaba al rechazo de algunas prácticas como el bautismo o la comunión, pues rechazaban incluso la idea de que Dios se hubiera encarnado en Cristo. Para ellos Cristo nunca adoptó una forma física. Tampoco aceptaban la institución del matrimonio y practicaban la austeridad y el ascetismo en todos los aspectos de la vida.
Sin embargo, la costumbre de los cátaros de no poner por escrito su doctrina ha impedido que en la actualidad tengamos una idea clara de sus creencias, y eso a su vez ha generado muchísimas leyendas a su alrededor que los relacionan con el Santo Grial, los templarios, y un larguísimo etcétera sin fundamento histórico fiable. Lo que sí sabemos es que las diferencias con la Iglesia católica llevaron a que el papado los declarase como una herejía contraria a las creencias católicas.
Expulsión de los cátaros de la ciudad de Tolouse. Fuente: Wikimedia.
A lo largo de los siglos XI y XII, los cátaros se hicieron especialmente fuertes en el sur de Francia, en regiones como Aquitania y Occitania, mientras la Iglesia católica respondía a estas creencias mediante su censura e incluso persecución. En distintos sínodos fueron condenados e incluso se llevaron acciones militares y judiciales contra ellos, siendo muchos de ellos ejecutados.
Sin embargo, los esfuerzos de la Iglesia fueron en vano, los cátaros lograron aliarse con algunos nobles franceses e incluso aragoneses, ganándose su protección y el apoyo del pueblo.
Se intentaron algunas iniciativas pacíficas con el fin de frenar el avance cátaro a través de alianzas matrimoniales e incluso reuniones entre predicadores católicos y cátaros arbitrados por monarcas como Pedro II de Aragón. También se puso en marcha la recién creada Inquisición en la zona, para tratar de atajar cualquier práctica herética. Pero nada de esto dio resultado.
Santo Domingo y los albigenses, obra de Pedro Berruguete. Fuente: Wikimedia.
Comenzaron incluso enfrentamientos entre misioneros católicos: mientras unos optaban por un predicamento paciente y pausado, abierto al diálogo, otros apostaban por una mayor beligerancia, por conversiones forzosas y excomuniones, como era el caso de los cistercienses. Y fue precisamente el asesinato de uno de estos últimos, el legado papal Pierre de Castelnou, lo que sirvió de detonante para la Cruzada Albigense.
La Cruzada Albigense fue la persecución sistemática a la que llamó el papa Inocencio III en marzo de 1208 contra los cátaros y todos aquellos que los protegieran. En su texto, el papa daba el tratamiento de cruzada al conflicto, concediendo a quienes participasen en ella la absolución de los pecados y las tierras y posesiones de los represaliados. A la llamada respondieron rápidamente varios nobles, los obispos afectados y hasta la familia real francesa, los capetos, posicionándose junto al papado y contra los señores feudales del sur de Francia. Se formó así un ejército de miles de hombres que comenzaron su marcha desde Lyon a través del Ródano hacia los dominios cátaros.
Sin embargo, la cruzada no fue tan rápida como esperaba el papado, y el conflicto se alargó durante décadas, pues no tenía una vertiente únicamente religiosa, sino también política. La cruzada dio lugar a todo un baile de alianzas de casas reales, de señores feudales y de vasallos que iban mutando conforme avanzaba la guerra. Pero la sumisión del condado de Tolosa al rey de Francia, Luis VIII, a través de la firma del Tratado de París de 1229 dejó a los cátaros sin sus últimos aliados, pero aun así no se dieron por vencidos.
A partir de entonces, sin señores feudales ni nobles que los pudieran defender, los cátaros pasaron los siguientes treinta años buscando refugio en fortalezas donde resistir creando comunas autosuficientes. Uno de esos enclaves fue Montsegur.
Montsegur en la actualidad, aunque el castillo de la cima se construyó con posterioridad a los hechos que aquí relatamos. Fuente: images.rt
Los cátaros buscaron refugio en esta pequeña villa, y resistieron allí algunos años hasta que las tropas fieles al papado y a la corona se trasladaron hasta allí en forma de 6000 hombres, mientras que en el interior, se había conformado una población compuesta por unos 200 cátaros y otros 300 pobladores. La canción continúa con una frase que alude precisamente a esa mezcla de cátaros y habitantes de la villa de Montsegur:
As we kill them all so God will know his own The innocents died for the pope on his throne Catholic greed and its paranoid zeal Curse of the grail and the blood of the cross
La célebre frase «Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos», es una frase que tradicionalmente se ha relacionado con los acontecimientos de la cruzada contra los cátaros, aunque no en el asedio de Montsegur, sino en uno de los primeros del conflicto, el de Béziers. La frase se atribuyó en el pasado a Simón IV de Montfort, y anteriormente a Arnaud Amaury, cuando interrogado por sus soldados sobre cómo distinguir a cátaros de católicos durante el asalto, respondió así, proponiendo matar a todos para que Dios escogiese. Sin embargo, tampoco esto es cierto, a día de hoy sabemos que muy probablemente esta frase no se pronunció nunca, sino que se añadió tiempo después a las crónicas.
Templar believers with blood on their hands Joined in the chorus to kill on demand Burned at the stake for their soul’s liberty To stand with the cathars to die and be free
En cualquier caso, y a pesar de la superioridad numérica de los asaltantes, la propia orografía dificultó el acceso de las tropas, que optaron por sitiar la población en un asedio que se alargó durante diez meses.
The book of old testament crippled and black Satan his weapon is lust Living this evil damnation of flesh Back to the torture of life
Las dos estrofas siguientes aluden a las creencias de los cátaros, que ya hemos visto que consideraban todo lo físico algo demoníaco, de forma que identificaban el sexo y la lujuria como armas de Satanás, rechazando todo lo corpóreo, la «condenación de la carne», que dice la canción.
Excomunión y persecución de los albigenses por el papa Inocencio III. Fuente; Wikimedia.
The perfect would willingly die at the stake And all of their followers slain As for the knowledge of God, they had claimed Religion’s still burning inside
La caída de Montsegur se produjo en marzo de 1244, cuando la villa fue definitivamente tomada. El día 16 se obligó a todos los cátaros a renunciar a sus creencias, pero los perfectos, los predicadores cátaros iniciados en ese camino de abstinencia y espiritualidad, rechazaron la propuesta, y por ello fueron condenados a morir en la hoguera. En la actualidad se estima que 210 personas murieron quemadas aquel 16 de marzo de 1244.
Facing the Sun as they went to their grave Burn like a dog or you live like a slave Death is the price for your soul’s liberty To stand with the cathars and to die and be free
Con esta consideración de las víctimas cátaras cierra la canción antes de dar paso una vez más al estribillo. Y es que según ha confesado el propio Bruce Dickinson, no pretendía únicamente hablar de los cátaros, sino establecer un paralelismo con la gente que aun en la actualidad muere o sufre por sus creencias.
Por su parte, las menciones al Grial y otros elementos en la canción, como advertíamos, no obedecen a un trasfondo histórico real, sino que son más el producto de la literatura y la conspiranoia, que ha sabido aprovechar la falta de documentación acerca de la doctrina cátara para establecer vínculos con supuestos misterios.
Montsegur no fue la última fortaleza en que resistieron los cátaros, en realidad el castillo de Quéribus fue, oficialmente, el último foco de resistencia cátara y, tras su toma en 1255, se dio por extinta la herejía. Sin embargo, Montsegur sí que pasó a la historia como un icono por los acontecimientos tan dramáticos que allí se vivieron.
Monolito en Camp des Cremats, en Montsegur. Fuente: Wikimedia.
En la actualidad un monolito ubicado en el Campo de los Quemados, donde fueron ejecutados los cátaros y sus protectores, recuerda aquellos acontecimientos con una inscripción que dice «A los cátaros, a los mártires del puro amor cristiano. 16 de marzo de 1244».
Referencias:
Oldenbourg, Z. (2002). La hoguera de Montségur. Los cátaros en la historia. Edhasa.
O’Shea, S. (2002). Los cátaros. La herejía perfecta. Javier Vergara.
Wall, M. (2004). Iron Maiden. Run to the Hills. The Authorised Biography. Sanctuary Publishing.
Este año se cumplen 500 años de la rebelión de los comuneros, y esto era algo que no podíamos dejar pasar en un blog de divulgación histórica, y mucho menos cuando se cumplen también 15 años de la publicación de un disco al respecto:…Y la yesca arderá del grupo español de heavy metal Lujuria. Un álbum conceptual cuyas las letras están basadas en el poema Los comuneros, publicado por el poeta Luis López Álvarez en 1972.
Portada de la edición especial en madera de …Y la yesca arderá
Pero empecemos por el principio, ¿qué es eso de los comuneros? La rebelión o guerra de las Comunidades de Castilla fue una insurrección armada que se dio entre 1520 y 1521 o 1522 en distintas ciudades del reino de Castilla. ¿El motivo? Acababa de tomar posesión como rey de las posesiones hispánicas Carlos I, el futuro emperador Carlos V, hijo de la reina Juana, más conocida como Juana La Loca, pues había sido apartada del poder y recluida por un supuesto trastorno mental que la invalidaba. Su hijo, Carlos, que se había criado en el extranjero, llegaba a la península proveniente de Flandes, sin saber hablar castellano y, para colmo, acompañado de una serie de nobles y religiosos flamencos que coparían la administración en lugar de los propios nobles castellanos.
No es extraño que un grupo segoviano como Lujuria dedique a este conflicto un álbum conceptual que recorre los principales eventos desde la gestación de la rebelión hasta el final de sus principales líderes en abril de 1521. Es por eso que en este post no expondremos el contenido de una canción en concreto, sino que haremos un repaso a esos acontecimientos siguiendo las canciones del álbum.
Las campanas de San Pablo
El disco arranca con un piano suave antes de que irrumpan el resto de instrumentos para, inmediatamente, dar paso a unas campanas y una voz en off que relata: «Las campanas de San Pablo han cesado de tocar. De pie, los procuradores se yerguen para mirar al rey postrado de hinojos a la izquierda del altar. El de Burgos, por las Cortes, le ha comenzado a exhortar».
Carlos I llegó a Asturias en 1517 con legitimidad para tomar posesión del trono de Castilla, pero un trámite indispensable hacerlo consistía en llevar a cabo un juramento ante las Cortes, que fueron convocadas al año siguiente, 1518, en la iglesia de San Pablo en Valladolid.
Iglesia de San Pablo en Valladolid. Fuente: Wikimedia.
Esta canción sirve de introducción la intervención de los procuradores, en concreto se refiere al de Burgos, Juan Zumel.
Mercenario sois del reino
El segundo tema del álbum arranca con esas palabras del procurador de Burgos:
Si nos hallamos reunidos Es por haceros votar Los fueros y libertades Que tendréis que respetar. Una vez que hayáis jurado Las Cortes os jurarán Soberano De Castilla; Sin deciros majestad, Que es tratamiento extranjero Que Castilla no ha de dar. Mercenario sois del reino Nunca lo habéis de olvidar. Si al servicio estais del pueblo El pueblo os lo pagará.
El mensaje estaba claro: el rey debía acatar las leyes castellanas, y siempre que lo hiciera contaría con el apoyo del pueblo. Interesante esa mención al tratamiento de «majestad», que afirma que no darán por ser tratamiento extranjero, pues Carlos traía esas costumbres de las cortes flamencas que los castellanos no aceptaban.
Pero no fueron esos tratamientos ni costumbres los que provocaron la revuelta. Desde inicios del siglo XVI se habían encadenado una serie de malas cosechas, epidemias y las consecuentes crisis económicas, para lo que la Corona había solicitado ya varios servicios, concesiones de dinero, para enfrentar la situación. Pero la llegada de una nueva Corte había supuesto un aumento de los gastos y, para colmo, quienes ocupaban los nuevos cargos eran extranjeros: «Que el rey faltó a su palabra y a más no pudo faltar», dice la canción. Hacia 1520 el descontento se hacía notar ya en las principales de Castilla, la revuelta se estaba gestando.
Castilla se inflama
La gota que colmó el vaso llegó cuando Carlos I solicitó una nueva partida de dinero para intentar pagar su candidatura y sus viajes a Alemania, ya que el título de emperador del Sacro Imperio Romano Germánico había quedado vacante y él era uno de los candidatos. Consciente de que el ambiente en Castilla estaba caldeado, decidió convocar unas nuevas cortes, pero esta vez en Santiago de Compostela.
Carlos I de España como Carlos V, emperador del Sacro Imperio, retratado por Tiziano. Fuente: Wikimedia.
Como Castilla se inflama Decide de convocar Las cortes en Compostela Donde mejor dominar
El servicio que les pide Para hacerse coronar.
Las ciudades de Castilla se negaron a ceder a la petición del rey, de forma que Carlos decidió suspender esas cortes y convocar unas nuevas para unas semanas después pero en A Coruña. Según la canción, el rey se sirvió de malas artes para lograr su propósito, expulsando a unos y sobornando a otros. Fuera como fuese, Carlos I logró que se le concediera el servicio.
Con Toledo sin piedad
En Toledo, una de las ciudades más importantes del reino, hacía ya tiempo que se venía gestando un movimiento contrario al nuevo monarca, y cuando el rey convocó las cortes en Santiago de Compostela, los regidores de Toledo llamados a formar parte de la convocatoria se reunieron y decidieron dejar plantado a Carlos I, y en su lugar crearon una junta que no reconocía la autoridad real y que se hizo cargo del gobierno de la ciudad: «Los toledanos afirman que solos se regirán».
Al frente de esta primera insurrección se encontraba el regidor Juan de Padilla, llamado a convertirse en el principal líder de la rebelión.
Es su nombre caballeros, Venerado en la ciudad. Es su apellido Padilla Pero su nombre es Don Juan
El otro personaje mencionado en este cuarto tema es Adriano de Utrecht, un religioso flamenco a quien Carlos dejó como regente de Castilla mientras él marchaba a Alemania para defender su candidatura como emperador. Adriano dio la orden de retomar el control de la ciudad aplicando toda la violencia que hiciera falta. Había comenzado la Guerra de las Comunidades, y Toledo no sería la única ciudad en levantarse contra el poder real.
La traición de los suyos
Los procuradores tornan Pesarosos a su Tierra Que antes de partir juraron Que nunca el servicio dieran.
Tras la concesión del servicio de las ciudades de Castilla a Carlos en las cortes de A Coruña, los procuradores regresaron a sus correspondientes ciudades con la vergüenza de no haber respetado la voluntad popular de no acceder a la petición. Al conocer la traición de sus representantes, la mecha prendió en otras localidades, proclamándose juntas aquí y allá que pretendían administrar los poderes locales al margen del rey.
Castilla se pertenece
Segovia fue una de esas ciudades, de hecho una de las más beligerantes y donde más violencia hubo, llegando a ser ajusticiados varios funcionarios por la traición.
En Segovia al enterarse, Los vecinos se concentran. Es Juan Bravo quien les manda Juan Bravo quien les arenga.
Al frente de la junta segoviana se puso Juan Bravo, familia política del líder toledano Juan Padilla y, como él, llamado a ocupar un papel importante a la cabeza de la rebelión.
Los casos de Segovia y Toledo no eran más que ejemplos de lo que estaba ocurriendo en todo el reino: Burgos, Soria, Tordesillas, Murcia, Córdoba, Jaén, Carmona, Cádiz, Sevilla… un sinfín de ciudades expulsaron a los responsables políticos y crearon sus propias juntas.
El pueblo se da a sus jefes Expulsa a los que le dieran
La regencia había perdido el control de prácticamente todas las ciudades importantes del reino, así que había llegado el momento de tomar medidas contra los sublevados.
Ya Adriano ha convocado El Consejo de Regencia Y precipita sus tropas A reprimir la revuelta
Precisamente Segovia fue el principal objetivo de las fuerzas reales al inicio de la rebelión, llegando a asediar la ciudad. Ante esta situación, la junta segoviana lanzó una petición de socorro al resto de ciudades sublevadas, a la que respondieron en solidaridad villas como Toledo, enviando a milicias para socorrerla. Aquello marcaba el inicio de un conflicto abierto entre las fuerzas levantadas y las leales al rey.
Ojos de presa
El siguiente tema del disco hace mención a la situación de Medina del Campo, la ciudad que albergaba la artillería real. Adriano dio la orden de recurrir a las reservas que allí se almacenaban, pero cuando las tropas reales llegaron a Medina del Campo, se encontraron que el pueblo se negaba a darles acceso a la artillería, pues sabían que aquellas armas se utilizarían contra Segovia. En un intento por distraer a los medinenses, las tropas reales provocaron un incendio que se llevó por delante buena parte de la ciudad:
Los soldados del Consejo De la ciudad se apoderan Y derramando alquitrán Prenden fuego con sus teas.
Pero aquella acción salió muy cara a Adriano, pues provocó una oleada de solidaridad que llevó a que ciudades que hasta ese momento no habían participado en el levantamiento se adhiriesen a él: «Ya cunde en toda Castilla la rebelión comunera».
Castillo de la Mota en Medina del Campo. Fuente: Wikimedia.
Llegados a este punto, debemos hacer una advertencia: la rebelión de las Comunidades ha sido revestida de halo romántico y muy explotada por movimientos políticos de distinto signo con el paso del tiempo, de forma que la realidad histórica se ha visto muy distorsionada, tal y como advierten diversos autores. Y este disco, así como el texto en que se basa, no son ajenos a esto. Decimos esto porque a menudo se presenta la rebelión como un levantamiento del pueblo contra la nobleza, pero la realidad es que en buena medida el levantamiento se produjo por parte de nobles que querían defender sus privilegios frente a otros nobles llegados de fuera.
El morado comunero
Regresa la voz en off para describir la llegada de distintos representantes a los restos calcinados de Medina: «Nunca olvidará Segovia lo que por ella habéis hecho».
Habla de cómo cabalgan a lo largo de Castilla Padilla, Bravo y Zapata. Juan Bravo y Juan Padilla ya hemos visto quiénes eran, el tercer Juan, Juan de Zapata, era el regidor de Madrid, una de las ciudades que formó una milicia para socorrer Segovia y que formó parte de ese grupo de líderes de la insurrección.
Durante el camino, les salió al encuentro una delegación venida de Tordesillas, el lugar donde se hallaba recluida la reina Juana, más conocida como Juana la Loca. En menos de cinco días los jinetes completaron el trayecto entre Medina del Campo y Tordesillas, y allí constituyeron un gran consejo, las Cortes y Junta General del Reino (o Santa Junta), que aunase a los representantes de todas las ciudades rebeldes y se reunieron con la reina.
La reina Juana recluida en Tordesillas, por Francisco Pradilla. Fuente: Wikimedia.
Una parte de los procuradores consideraba que la reina Juana era víctima de un complot político, y apostaban por devolverle el trono con plenos poderes. Por su parte, Juana vio con buenos ojos a esa nueva junta y la bendijo, pero su papel fue ambiguo, pues no se atrevió a firmar ninguno de sus decretos por miedo a las consecuencias que eso pudiera tener. Y aunque la canción dice «Se aferran a reina loca por no asirse a rey cuerdo. ¡Loca estuviera la reina para juntarse a su pueblo!», lo cierto es que los comuneros finalmente cejaron en su intento de restituir a Juana.
Traidores y criminales contra nosotros batallan
El álbum continúa con un tema instrumental, «Demonios de la batalla», antes de dar paso a la siguiente canción: «Traidores y criminales contra nosotros batallan».
Tras una serie de crisis internas en ambos bandos y varias batalla de por medio, la gran batalla que pondría final a la rebelión tuvo lugar en abril de 1521. A principios del mes, ambos bandos estaban ya consiguiendo aglutinar a sus fuerzas formando dos grandes ejércitos. El mayor contingente sublevado, el liderado por Juan de Padilla, fue alcanzado por las tropas reales a la altura de la localidad de Villalar.
La batalla se desarrolló en mitad de una intensa lluvia y acabó con una aplastante victoria de las fuerzas del rey. Durante el enfrentamiento, tres de los principales líderes rebeldes fueron apresados: el propio Padilla, Juan Bravo («A Juan Bravo, espada en puño le acaban por apresar») y Francisco Maldonado, líder de la comunidad de Salamanca.
Apunta ya el nuevo día
A la mañana siguiente a la batalla, el 23 de abril de 1521, se procedió a la ejecución de los líderes comuneros: Juan de Padilla y Juan Bravo fueron decapitados allí mismo, en Villalar.
Ejecución de los comuneros de Castilla, por Antonio Gisbert Pérez. Fuente: Wikimedia.
Cumplid pronto la sentencia Pero llamarnos traidores Nadie puede en esta tierra
Nuestra culpa fue ocuparnos De los pueblos de esta tierra
Villalar se convirtió en un símbolo de la identidad castellana, y hasta allí se trasladan cada año miles de personas para conmemorar el día 23 de abril, convertido hoy en el Día de Castilla y León.
Canto de esperanza
El tema que cierra el disco no es ni más ni menos que el Canto de Esperanza, un fragmento del poema de López Álvarez que se ha convertido ya en un himno para los movimientos regionalistas y nacionalistas castellanos, y que cada año cantan quienes acuden a Villalar:
Cuanto mas vieja la yesca Y más duro el pedernal. Si los pinares ardieron Aún nos queda el encinar.
Termina el disco, pero ¿terminó la rebelión en Villalar aquel 1521? Pues lo cierto es que, aunque siempre se ha tenido la fecha de la batalla como el fin de la insurrección y, en efecto, en los días siguientes se fueron rindiendo todas las comunidades, hubo una que resistió algunos meses más.
Al tener noticia de la muerte de su marido y su primo, María Pacheco, ahora viuda de Padilla y prima de Bravo, tomó las riendas de la junta de Toledo y se negó a rendirse a pesar de la evidente derrota del movimiento frente a las tropas reales.
María Pacheco después de Villalar, por Borrás y Mompó. Fuente: Wikimedia.
Las fuerzas del rey acosaron Toledo durante mucho tiempo mientras los comuneros, con María Pacheco a la cabeza, se hacían fuertes en el alcázar de la ciudad. Aunque la líder contaba con el apoyo de la mayor parte del pueblo toledano, en octubre decidió, para evitar más sufrimiento, rendir la plaza y exiliarse a Portugal, donde permaneció hasta su muerte.
Aun así, la situación en Toledo tardó en normalizarse y a lo largo de los meses siguientes hubo varios amagos revolucionarios y se registraron disturbios, llegando incluso a darse una nueva rebelión fallida en febrero de 1522. Por ello muchos historiadores extienden la rebelión hasta esa fecha.
Para cerrar este post, nos gustaría recuperar una reflexión que hizo Óscar Sancho, líder de Lujuria, durante la promoción del disco en una entrevista en el programa Noche Sin Tregua presentado por Dani Mateo. Allí señaló que los grupos heavys abusaban de los temas fantásticos en sus canciones, y apostaba por inspirarse en temas reales, en episodios históricos que son absolutamente impresionantes como lo fue esta rebelión de los comuneros.
Bibliografía:
Berzal de la Rosa. (2012). Los Comuneros. De la realidad al mito. Silonia.
Parker, G. (2020). Carlos V. Una nueva vida del emperador. Planeta.
Pérez, J. (2001). Los Comuneros. La Esfera de los Libros.
Thomas, H. (2012). El imperio español de Carlos V. Planeta.
Así comienza la canción de Heaven Shall Burn«53 Nations»: Tantos hijos e hijas, preparados para atacar. Nacidos en patrias lejanas, marchando bajo los cielos de España. De entrada, podría parecer sorprendente que un grupo de metalcore o death metal alemán comience una canción con estos versos, pero en realidad la sorpresa se disipa en cuanto conocemos a los componentes de Heaven Shall Burn y a qué se refiere la canción.
Portada del álbum ‘Veto’ (2013) de Heaven Shall Burn. La canción «53 nations» es la penúltima del disco.
Estos alemanes nunca han ocultado su simpatía por movimientos progresistas, dedicando canciones a personalidades como Salvador Allende o Víctor Jara, e incluyendo mensajes en sus letras en contra del racismo o el fascismo y en favor de los derechos de los animales, mensajes ecologistas y en apoyo a distintas causas solidarias. Pero ¿qué tiene todo esto que ver con España y con esta canción?
Comencemos por el título: 53 naciones son el total de procedencias de los voluntarios que integraron las Brigadas Internacionales que acudieron a España durante la Guerra Civil para apoyar al bando republicano. Pero si todo esto no te suena de nada, permítenos hacer una pequeña contextualización:
Nos trasladamos a la década de los treinta, un momento en que la crisis provocada por el Crac del 29 en Estados Unidos ha agravado la situación económica de los países participantes en la Primera Guerra Mundial. La sociedad, desconfiando de la democracia liberal, se polariza en favor de los movimientos comunistas, que tienen como referente la recién nacida Unión Soviética, y los movimientos de corte fascista, que han llegado al poder en Italia (1922), Portugal (1932) y Alemania (1933).
En España, una parte del ejército y las élites burguesas conservadoras se han puesto de acuerdo para dar un golpe de Estado contra el gobierno republicano. Un golpe que pretendía hacerse con el poder en poco tiempo pero que, fracasando en buena parte del territorio español, ha dado lugar a una guerra que se alargará durante tres años (1936-1939).
En este contexto, el gobierno de la República española lanza varias peticiones de ayuda a la comunidad internacional. Sin embargo, por aquel entonces Reino Unido y Francia trataban de contener a la Alemania nazi a través de una política de apaciguamiento, motivo por el cual Francia propuso la creación del Comité de No Intervención, que inmediatamente fue apoyado por Reino Unido, con el fin de evitar la intervención extranjera en el conflicto español. Su intención era evitar una guerra a gran escala entre las democracias europeas y los nuevos países fascistas. Sin embargo, Alemania, Italia, Portugal y la Unión Soviética rechazaron el acuerdo.
Esto benefició enormemente al bando sublevado, que se convirtió en el principal receptor de la ayuda internacional, mientras las democracias daban la espalda a España. Ante esto, la Unión Soviética, al frente de la Internacional Comunista, lanzó un llamamiento a voluntarios de todo el mundo a la que respondieron personas de ese total de 53 naciones que dan título a la canción.
And without fear go to the barricades
Brothers and sisters in arms
Y, sin miedo, id a las barricadas, hermanos y hermanas en armas.
La organización de esas brigadas de voluntarios no fue ni mucho menos algo improvisado, sino que estuvo perfectamente organizado, en especial por parte del Partido Comunista Francés y su dirigente André Marty. En distintos países los partidos comunistas, coordinados desde Moscú, montaron oficinas de reclutamiento y pusieron los medios necesarios para el transporte, armamento y adiestramiento de personas que, en su mayoría, no tenían experiencia militar.
El 12 de octubre de 1936 llegó a Alicante el primer barco con 500 voluntarios que, desde allí fueron conducidos en tren hasta Albacete. Esta ciudad se convertiría a partir de entonces en la sede de las Brigadas Internacionales, donde se procedería a la formación y adiestramiento de estos voluntarios.
Bandera de las Brigadas Internacionales.
Esta fue, a juicio de muchos brigadistas y autores posteriores, el momento en que muchos de aquellos voluntarios se desilusionaron, ya que la formación era especialmente disciplinada, y pasaba no solo por una preparación física y técnica, sino también por una formación ideológica, ya que la máxima comunista era que un soldado solamente lucharía bien si sabía perfectamente por qué estaba combatiendo. Muchos de ellos, al emprender el viaje, no esperaban tener que pasar por tal preparación ni atender a una disciplina tan rígida.
La mayor parte de quienes vinieron a España a luchar de forma voluntaria lo hicieron motivados por el ideal de la lucha antifascista, que los hizo viajar desde lugares tan lejanos como Estados Unidos, Colombia, China, Chile, Brasil, Irak o Nueva Zelanda. Muchos de ellos, aunque dirigidos y adiestrados por partidos comunistas, no eran adeptos a esta ideología, sino que su único objetivo era frenar el ascenso del fascismo en Europa, y en muchos casos se trataba de extranjeros, como alemanes o portugueses, que ya habían perdido este combate en sus países de origen, de hecho el mayor contingente lo suponían voluntarios italianos. Quizá por ello la canción haga esta aseveración:
This is the reckoning
Now only hatred fills our hearts
Raising the colours of freedom
Esto es el ajuste de cuentas, sentencia el primer verso de la estrofa.
El total de brigadistas que llegaron a España a luchar sigue siendo objeto de debate: si bien hasta hace algún tiempo se hablaba de cifras por encima de los 50.000, a día de hoy los principales autores no le dan más de 41.000, muy por debajo de las cifras de soldados extranjeros que asistieron a las fuerzas rebeldes por parte de Italia y Alemania. Y a pesar de no ser un número elevado, los brigadistas sí que presentaron un porcentaje de bajas (15 por ciento) muy superior al del resto de cuerpos que participaron en el conflicto (6 por ciento).
In ruthless fights, I saw my best friends die
Now buried far away, so far away from home,
Lionhearted soldiers, no one shall forget their names
En luchas despiadadas, vi morir a mis mejores amigos. Ahora, enterrados lejos, muy lejos de casa. Soldados con corazón de león, nadie olvidará sus nombres.
Muchos autores explican el elevado número de bajas por su grado de implicación en el combate. Precisamente ese idealismo al que antes hicimos referencia les habría llevado a convertirse en la principal fuerza de choque del bando republicano, interviniendo en algunas de las batallas más duras de todo el conflicto.
Understanding what the world still had to learn
No mercy to the villains,
Defending the republic infected by a fascist pestilence
Entendiendo lo que el mundo aún no había entendido, sin piedad para los villanos, defendiendo la república infectada por una pestilencia fascista.
Pero fue precisamente esa determinación antifascista la que les valió un recuerdo en la memoria colectiva no solo de los españoles, pues la imagen de los brigadistas se ha convertido en un tema muy explotado en otros países de Europa, así como en Estados Unidos. No en vano, en este caso se trata de un grupo alemán que se hace eco de ellos.
Sin embargo, a juicio de autores como Anthony Beevor, esta explotación ha supuesto una cierta deformación de la realidad histórica. Así, por ejemplo, a menudo se alude a los miembros de las Brigadas Internacionales como intelectuales de clase media, pero esto es más un tópico romántico que una realidad. El propio Beevor recoge datos que contradicen esta idea, como por ejemplo el hecho de que el 80 por ciento de los voluntarios procedentes de Gran Bretaña fueran obreros manuales desempleados en el momento en que se sumaron a la causa. Esto, desde luego, no debe suponer un descrédito para ellos o su causa, todo lo contrario.
This righteous fight reveals your shame,
Delivered to oblivion, those who fought a horrid beast
Homecoming held no glory and silence covers ours tombs
Scorned and despised, left and denied, but still do I defy
Las últimas brigadas fueron reagrupadas y disueltas a lo largo de la segunda mitad de 1938, y tras la disolución muchos brigadistas fueron considerados poco más que mercenarios de vuelta a casa, de ahí esa mención en la canción: el regreso a casa no tuvo gloria y el silencio cubre nuestras tumbas. Obviamente esto no fue así en los países comunistas, donde lejos de ser mal vistos, fueron condecorados como héroes, pero en otros lugares no gozaron de esa consideración. Despreciado, abandonado y rechazado, que dice la canción. En muchos países no fueron reconocidos hasta tiempos recientes.
Desfile de despedida a las Brigadas Internacionales en Barcelona en octubre de 1938. Fuente: Wikipedia.
Tanto es así, que para algunos suponía un problema la vuelta a casa: obviamente aquellos que provenían de países bajo una dictadura fascista, pero también otros procedentes de países como Canadá sabían que deberían responder ante leyes que penaban el haberse unido a un conflicto armado que no contaba con respaldo estatal y que, en consecuencia, serían juzgados. En muchos de estos casos, los brigadistas optaron por pedir auxilio en terceros países o bien continuar con su lucha antifascista en otros puntos, en especial sumándose a la Segunda Guerra Mundial en cuanto esta estalló.
La canción termina con un alegato puesto en boca de los brigadistas que, conociendo a Heaven Shall Burn, no pretende únicamente servir de homenaje a estos combatientes, sino también de motivación para la lucha antifascista en la actualidad.
Eluveitie es un grupo de folk metal suizo que se caracteriza por el empleo de instrumentos tradicionales centroeuropeos y celtas como la zanfona o la gaita. Sus letras tratan casi en exclusiva de mitología y cultura celta, más concretamente de los pueblos galos que poblaron su tierra, Suiza, y de hecho es habitual el uso de la desaparecida lengua gala en sus canciones. Pero han venido a parar a nuestro blog de la mano de una de las mayores victorias romanas, así que os proponemos un viaje a la Antigüedad para comprender por qué un grupo de folk suizo decide dedicar una canción a este acontecimiento.
Hablamos de la canción «Alesia», decimocuarta canción del disco Helvetios, quinto álbum de estudio lanzado en 2012. Y los hechos que nos narra la canción se remontan al año 52 a. C., a un momento en que Roma llevaba ya más de un siglo tratando de someter a los galos que poblaban los territorios de las actuales Francia, Bélgica, parte de Italia, Alemania y Países Bajos y, claro, Suiza.
La canción «Alesia» de Eluveitie en su canal oficial de YouTube.
La conquista de aquellos territorios se estaba convirtiendo en una empresa costosa para el ejército romano, pero sería un general romano el que le daría el empuje definitivo, Cayo Julio César. Por aquel entonces César acababa de ser nombrado procónsul de esos territorios recién conquistados, pero necesitaba progresar en la política romana para alcanzar sus ambiciosos objetivos, y una forma de hacerlo era añadiendo triunfos y victorias a su currículum. Así, decidió aplicar una política muy agresiva con los pueblos nativos galos que le permitiera regresar a Roma habiendo sometido toda la Galia de forma definitiva.
Mientras Julio César conseguía reunir a un ejército formado por varias legiones, milicias provinciales y mercenarios, los galos organizaron una gran confederación de tribus al frente de la cual pusieron al líder de los avernos, Vercingétorix, uno de los principales promotores de la unión frente a los romanos. Comenzó así el enfrentamiento entre las tropas romanas de César y las galas de Vercingétorix. Eluveitie tiene otras canciones dedicadas a Vercingétorix y a la Guerra de las Galias como «Kingom Come Undone» o «Carnutian Forest«.
Estatua de Vercingétorix levantada en el siglo XIX en el lugar donde estuvo Alesia. Fuente: Wikipedia.
Curiosamente, una migración fue el detonante de la alianza y el último gran enfrentamiento galo-romano: en el año 58 a. C. los helvecios, la tribu celta que poblaba la actual suiza y que da nombre al disco en que se incluye la canción, se vieron obligados a migrar a causa de las presiones de los pueblos germanos sobre su territorio. César, alegando que acudía para proteger a los galos del empuje germano para que no corrieran la misma suerte que los helvecios y de paso contener a estos, desplazó a sus tropas y llevó a cabo una invasión en toda regla de la Galia.
Tras restablecer las fronteras y asegurarlas, el ejército romano se estableció en el territorio ocupado y poco a poco fue imponiendo sus políticas, lo que fue despertando a la resistencia gala. Hubo varios levantamientos contra las presiones fiscales que fueron duramente reprimidas por las fuerzas de César. Algunas de estas rebeliones llegaron a desembocar en la extinción de tribus completas, cuyos individuos acababan ejecutados o convertidos en esclavos.
Vercingétorix aprovechó estas circunstancias para lanzar discursos contra el dominio romano que acabaron recalando en las distintas tribus que le fueron brindando un apoyo que desembocó en la formación de esa gran confederación ya en el 52 a. C.
Comenzó entonces un levantamiento por casi toda la Galia que en la primavera de aquel año dio lugar a una persecución contra los galos comandados por Vercingétorix por parte de las tropas romanas. La estrategia del galo pasaba por evitar un enfrentamiento directo y tratar de ir debilitando y agotando a los romanos aplicando tácticas como la tierra quemada. No obstante, se dieron a lo largo de los meses varias batallas y asedios. Y mientras tanto, más tribus se sumaban a la causa de Vercingétorix.
En verano, César llevó a cabo una reorganización de sus fuerzas que le permitió enfrentarse a los galos de forma más ágil y rápida, lo que obligó a las fuerzas de Vercingétorix a abandonar su estrategia y reunirse en Alesia.
Alesia era el nombre del principal oppidum de la tribu de los mandubios, es decir, una fortificación en un punto elevado que en este caso hacía las veces de capital de este pueblo. Allí se refugiaron los rebeldes galos y desde allí enviaron peticiones de auxilio a todos los pueblos aliados.
La canción de Eluveitie comienza con un tono relajado y la suave voz de Anna Murphy describe el que podría ser el momento en que los de Vercingétorix cruzan las puertas de la ciudad, aunque también podría corresponder a otro momento que veremos más adelante.
The grass was as green as it always was that sinister day
(La hierba era tan verde como siempre aquel día siniestro)
The blackbirds sang their songs as they always did that black-letter day
(Los mirlos cantaban sus canciones como siempre aquel día ominoso)
We passed the great gate for the very last time
(Atravesamos la gran puerta por última vez)
I did not look back, I knew we’d stay
(No miré atrás, sabía que nos quedaríamos)
En lugar de atacar directamente la ciudad, César decidió sitiarla. Para ello se inspiró en el asedio de Numancia que llevó a cabo Publio Cornelio Escipión, distribuyó a sus legiones en campamentos de campaña que rodearon toda la fortificación, de forma que los galos quedaron completamente aislados, no solo sin escapatoria, sino también sin acceso a recursos básicos para su supervivencia.
La situación se extendió durante semanas, durante las cuales, lejos de aflojar su cerco, los romanos unieron sus campamentos con unas grandes murallas con torres distribuidas de forma regular a lo largo de todo el cerco.
Reconstrucción de las murallas, torres y fosos romanos en el actual Museo-Parque de Alesia. Fuente: Wikipedia.
En la sexta semana, las reservas de alimentos de Alesia eran ya insuficientes para mantener a toda la población, de forma que las autoridades galas decidieron expulsar de la ciudad a todos los civiles que no pudieran luchar, muchos de ellos miembros de sus propias familias: ancianos, mujeres, niños, discapacitados… De esta forma, el problema de su sustento pasaba a ser de los romanos, pero cuando los expulsados tocaron a las puertas de César ofreciéndose incluso como esclavos, este los rechazó, pues sabía que no tenía alimentos suficientes para sus tropas y para ellos, así que alrededor de unas 10.000 personas acabaron muriendo de hambre entre Alesia y los campamentos romanos. Se trata, sin lugar a dudas, del momento más trágico de todo este episodio y del que muy probablemente nos hable en realidad la canción. Esto es al menos lo que parece cuando los guturales de Chrigel Glanzmann irrumpen en la canción para acompañar a la voz de Murphy):
I knew they would not let us go leave the death strip
(Sabía que no nos dejarían abandonar la franja de la muerte)
I saw the gleam in their eyes of fear and enslavement
(Vi el reflejo de temor y esclavitud en sus ojos)
Suffering from the crushing weight
(Sufriendo por el peso aplastante)
I knelt ground take me home
(Supliqué que me llevaran a casa)
Y llega estribillo al grito de «Alesia, Alisanos«. Alesia ya sabemos que es el nombre de la ciudad, y Alisanos, aunque a los españoles nos pueda sonar así, no es un gentilicio, sino el nombre de un dios galo que algunos estudios relacionan directamente con esta localización, de forma que sería un dios local cuyo culto se extendió quizá a otros puntos de cultura celta. Y sigue:
Wake me when I’m gone
(Despiértame cuando me haya ido)
Ianotouta, eternity
Desconocemos si Ianotouta tiene alguna relación con alguna deidad o si sencillamente es la palabra gala para eternidad.
Proclaim our barren sacrifice
(Proclama nuestro sacrificio inútil)
On that ground we cherished life
(En esa tierra amamos la vida)
We embraced death
(Aceptamos la muerte)
As the children’s cries trailed off
(Mientras se perdían los llantos de los niños)
Sob yielded deathly hush
(Tras los sollozos llegaba un silencio mortal)
The grass was as green as it always was that sinister day
(La hierba era tan verde como siempre aquel día siniestro)
As we walked the alleys like thousand times before
(Mientras caminábamos por las calles como miles de veces antes)
I knew we’d stay
(Sabía que nos quedaríamos)
Outside Alesia
(Fuera de Alesia)
We offered a living sacrifice
(Ofrecimos un sacrificio en vida)
Outside the doors of Alesia
(Fuera de las puertas de Alesia)
Where our tears run dry
(Donde se secaron nuestras lágrimas)
Quizá, la referencia que hace la letra al sacrificio hecho en el exterior de Alesia, invite a interpretar toda la canción de Eluveitie como una reflexión hecha por una de las personas expulsadas de la ciudad y que encontraron su final de forma dramática en aquella tierra de nadie.
A comienzos de octubre llegó a las proximidades de Alesia el ejército formado por los pueblos aliados que habían recibido las solicitudes de auxilio que habían enviado los de Vercingétorix en su llegada a la ciudad. Este ejército de socorro era imponente, formado por varias decenas de miles de hombres (hay estimaciones de entre 50.000 y 60.000 hombres). Sin embargo, el procónsul se había preparado para esta eventualidad: tras construir la primera muralla que rodeaba Alesia y comunicaba los campamentos romanos, ordenó construir una segunda muralla paralela y frente a ella se colocaron estacas, fosos y toda clase de trampas y obstáculos que impidieran al ejército de socorro aproximarse a ella.
Reconstrucción de los obstáculos levantados por las tropas romanas. Fuente: timetravelrome.com.
Así, César y sus hombres estaban sometidos a una especie de asedio dentro de un asedio. Sin embargo, el tiempo seguía jugando en contra de los refugiados en Alesia, así que el primer día ya intentaron, sin éxito, romper las líneas romanas. Tras un segundo intento igualmente infructuoso, los galos lograron localizar un punto donde las defensas romanas eran más débiles a causa de la geografía y prepararon un ataque a ese punto que puso en jaque a los romanos, pues incluso desde Alesia los sitiados se organizaron para atacar el mismo punto. Para ambos bandos ese tercer encuentro era decisivo: los romanos se arriesgaban a que se unieran las fuerzas de Alesia y las del exterior y que estas lograsen romper las defensas romanas, mientras que los galos se quedaban sin tiempo y una tercera derrota podía suponer la pérdida total de esperanzas.
Consciente de ello, el propio César relata en su obra La guerra de las Galias cómo en ese momento decidió salir personalmente al encuentro de los enemigos, con la idea de que al ver su capa carmesí, sus hombres recuperasen la motivación para luchar. Gracias o no a su capa, el refuerzo al frente del cual se colocó el general desequilibró la balanza de nuevo en favor de los romanos. Los sitiados vieron cómo el ejército exterior era aplastado y decidieron abandonar la lucha y refugiarse de nuevo tras las puertas de Alesia, quedando de nuevo la victoria en manos romanas.
Al día siguiente, Vercingétorix reunió a los principales líderes en Alesia para tomar una decisión. Sobre la mesa tan solo dos opciones: el suicidio del líder galo o su entrega al enemigo. Finalmente la decisión fue la entrega de todos con vida. Poco a poco fueron saliendo de Alesia, entregando sus armas a los romanos y quedando a su merced.
Vercingétorix arroja sus armas a los pies de César, por Lionel Royer (1899).
El propio Vercingétorix se arrodilló ante César después de entregarle sus armas, este lo hizo encadenar y lo llevó con él a Roma encadenado como símbolo de su triunfo sobre la Galia. En Roma, el líder galo se mantuvo preso en el Tullianum (aunque algunos historiadores ponen en duda este dato), una célebre prisión próxima a los foros de la ciudad, a la espera de la celebración del triunfo de César para ser estrangulado a continuación. Sobre si fue estrangulado por orden de César o del Senado y sobre su encierro existen varias teorías distintas.
El triunfo de César en Alesia marcó el final de la Guerra de las Galias, a pesar de nuevas resistencias, batallas y asedios, el grueso de las tropas galas había sido derrotado, y en apenas dos años más, toda la Galia se convirtió en una provincia romana.
Bibliografía:
César, J. (2017). La guerra de las Galias. [Traducción de Ramírez de Verger, A.] Cátedra.
Goldsworthy, A. (2005). El ejército romano. Akal.
Goldsworthy, A. (2007). César. La biografía definitiva. La Esfera de los Libros.
Montanelli, I. (2003). Historia de Roma. Debolsillo.
Roldán, J. M. (2008). Césares. Julio César, Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. La Esfera de los Libros.
VVAA. (2017). La batalla de Alesia. El fin de la guerra de las Galias. 50Minutos.
En 1987, la banda alemana Sodom publicó su tercer disco llamado Agent Orange. La fascinación de Tom Angelripper (cantante y bajista de la banda) por la guerra de Vietnam hizo que dedicara el álbum a este conflicto bélico. El nombre del disco se debe a la guerra química que desarrolló el ejército de Estados Unidos sobre Vietnam y la canción que analizaremos a continuación es la que da nombre al disco.
Operation Ranch Hand Spray down the death Down on their farms Assault against the population Suppres by military arms
Esta primera estrofa nos sitúa en el contexto preciso de la guerra. La Operación Ranch Hand fue una operación que se basó en el uso de defoliantes y herbicidas sobre suelo vietnamita para eliminar las coberturas de jungla y los recursos agrícolas del Frente Nacional de Liberación de Vietnam, también conocidos como Viet Cong. Esta operación se desarrolló dentro del marco del programa Trail Dust, entre los años 1962 y 1970 y en ella se utilizaron alrededor de 80.000 millones de litros de herbicidas, siendo el conocido como «agente naranja» el más utilizado, aunque no fue el único, pues el conjunto de químicos de esta operación se conoce como «herbicidas arco iris».
La estrofa no solo nos narra el uso de químicos sobre Vietnam sino que hace hincapié en que afectó a población civil como veremos más adelante.
Tabla con los millones de litros de herbicidas utilizados en Vietnam. Fuente: Stellman, J. M.; Stellman, S. D.; Christian, R.; Weber, T.; Tomasallo, C. (2003). The extent and patterns of usage of Agent Orange and other herbicides in Vietnam. Nature, vol. 422. p. 684.
Only you prevent the forest Legalize the war They are deprived of their power Eradication without law
La frase «Only you prevent the forest» proviene de un programa estadounidense para evitar incendios y era el eslogan de la mascota Smokey Bear, quien afirmaba que «Only you can prevent forest fires». El mensaje fue cambiado por los pilotos de la operación Ranch Hand y se convirtió en «solo tú puedes evitar el bosque», llegando incluso a realizarse pósteres con este lema que se colocaron en diferentes edificios de entrenamiento de los pilotos.
Cartel de Smokey con el lema de la Ranch Hand. Fuente: Wikipedia.
Las siguientes frases de la estrofa son una crítica al «todo vale» en la guerra sin importar las consecuencias que tendrán en el futuro las acciones que se perpetren durante el conflicto.
¿Qué es el Agente Naranja?
Agent Orange Agent Orange Agent Orange A fire thar doesn’t burn
Se trata de un herbicida y defoliante, se le llama «naranja» porque era el color de la cinta que rodeaba los barriles de esta sustancia. Este herbicida se compone de la mezcla de dos productos químicos, el 2,4-D y el 2,4,5-T. A priori estos productos no deberían suponer riesgo extremo para la salud, pero el 2,4,5-T se contaminó en su producción con TCDD, una dioxina conocida como «el veneno más tóxico elaborado por el hombre». Esta dioxina afecta a los procesos del ADN cuando un bebé se está formando y los genes comienzan a dividirse. Solo una molécula de esta dioxina puede reemplazar la distribución genética normal y ahí es dónde aparecen los defectos de nacimiento.
La dioxina aparece como una reacción secundaria en la fabricación del herbicida, pero en el caso del agente naranja la cantidad era mil veces mayor de lo que debería haber sido. Las empresas que realizaron estos agentes afirman que desconocían la contaminación del 2,4,5,-T con esta dioxina, sin embargo, existen informes anteriores alertando del peligro de la misma. Sea como fuere, los efectos pronto comenzaron a aparecer perpetuándose a lo largo del tiempo y llegando hasta nuestros días.
Mapa de las zonas sobre las que se utilizaron herbicidas. Fuente: Wikipedia.
Las consecuencias
All the marks erased long ago Scars are healed up Cancer creeps into their innocent souls Memorials of flesh and blood
La canción nos transporta al presente (1987) y comienza a mostrarnos los efectos de este devastador veneno. Durante los primeros años tras la guerra se observó un inusual aumento de aparición de tumores extraños y bebés nacidos con malformaciones en las zonas en las que se había irrigado el agente naranja.
La frase «Memorials of flesh and blood» resulta devastadora, pues son las generaciones posteriores quienes, a través de estas deformaciones, los cánceres y enfermedades poco comunes quienes nos recuerdan a día de hoy la guerra de Vietnam.
Have survived unlawfully punished Poisoned till the end of their lives Physical deformity What medicine will help? Still births will rise
Grieved weak hearts are crying Waiting for the end In this condition they are dying
La siguiente estrofa ahonda en este calvario para los supervivientes contaminados por el agente, muchos de ellos simplemente están «esperando el final». Bruno Philip nos dice al respecto en un artículo realizado para El País que «Nguyen Van Dung, de 43 años, y de su mujer, Luu Thi Thu, de 41. El hombre trabaja desde hace años como alcantarillero cerca de las pistas del aeropuerto y del lugar en el que fueron almacenados los toneles naranjas. Su primera hija nació perfectamente normal en 1995. Al año siguiente, fue contratado en el aeropuerto. Su segunda hija llegó al mundo en 2000. Murió de leucemia a la edad de siete años. En 2006, Luu dio a luz a su tercer hijo, Twan Tu, un niño de frente desmesuradamente abombada, quejumbroso, incapaz de moverse, que da pequeños gritos, la oreja pegada al sonido de un móvil que escucha sin descanso».
Por su parte, Luis Mazarrasa, en un artículo para elDiario.es, relata que «Al abandonar el hospital Tû Dû, que ya visité en 1995 con motivo del veinte aniversario del fin de la guerra, me despido de Nhung, un chico de unos catorce años cuyas piernas terminan abruptamente en las rodillas y su cabeza en pico. Me sonríe tristemente e intenta darme la mano con dificultad, porque tiene los dedos unidos por membranas».
Esto son solo dos ejemplos de la realidad de muchas familias vietnamitas y de los niños nacidos tras la exposición de sus progenitores al agente naranja.
Newborns of the damned Preserved in test tubes for generations Vicious circle of transmission
La canción continúa mostrando la cruda realidad de la guerra química y aporta la siguiente sentencia «conservados en tubos de ensayo por generaciones». ¿A qué hace referencia? Posiblemente a las muestras guardadas en formol en las que se conservan fetos con deformidades, cuerpos unidos y crecimientos cancerosos.
There’s no way for reparations Must live with chemical agent called
Las últimas estrofas hablan de la inexistencia de reparaciones para las víctimas del agente naranja. No solo los vietnamitas se vieron afectados, sino que muchos veteranos estadounidenses (alrededor de 230.000) comenzaron a desarrollar patologías. Esto sí llamó la atención de los medios de comunicación y pronto se realizó un proceso judicial contra las empresas involucradas: Monsanto, Dow Chemical, Uniroyal, Hercules, Diamond Shamrock, Thompson Chemical y TH Agriculture. Las dos primeras iniciaron una campaña para desacreditar las evidencias científicas de la toxicidad de la dioxina. Y, en su defensa, afirmaron que las Fuerzas Aéreas les exigieron cantidad y no calidad.
En 1984 fueron condenadas al pago de 180 millones de dólares a las víctimas expuestas al herbicida y a sus familias. Sin embargo, estas reparaciones se realizaron únicamente hacia los soldados estadounidenses.
En el año 2005 Vietnam llevó a los tribunales a las empresas Monsanto y Dow Chemical sin resultado, por lo que las reparaciones hacia el pueblo vietnamita han sido inexistentes. Se calcula que la cifra de personas afectadas podrían ser de unos cuatro millones de personas.
A día de hoy existen diferentes ONG que están tratando de ayudar a las víctimas del agente naranja. Por su parte, aunque Estados Unidos no reconoce los crímenes de guerra, desde 2012 se está tratando de realizar una limpieza de las zonas que fueron rociadas con el los herbicidas.
Sills, P. (2014). Toxic War: The Story of Agent Orange. Vanderbilt University Press.
Stellman, J. M.; Stellman, S. D.; Christian, R.; Weber, T.; Tomasallo, C. (2003). The extent and patterns of usage of Agent Orange and other herbicides in Vietnam. Nature, vol. 422.
Wilcox, F. A. (2011). Waiting for an Army to Die: The Tragedy of Agent Orange. Seven Stories Press.
Young, A. L. (2009). The History, Use, Disposition and Environmental Fate of Agent Orange. Springer Science & Business Media.
I shed the blood of the saxon men! – Christopher Lee
¿Recordáis aquella película en la que Christopher Lee hacía de Carlomagno y pronunciaba esta frase? Nosotros tampoco. La cita es parte del estribillo de la canción que analizaremos a continuación («The Bloody Veredict of Verden») de la banda «Christopher Lee». Sí, nuestro querido Saruman arrastraba una voz cruel (y muy heavy). El álbum que contiene esta canción fue publicado en 2010 bajo el nombre de Charlemagne: By the Sword and the Cross. Se trata de un proyecto conceptual de metal sinfónico que tiene como protagonista a Carlomagno.
Portada del disco Charlemagne: By the Sword and the Cross. Fuente: Discog
La canción está escrita (y cantada) a dos voces en forma de diálogo entre el joven y el viejo Carlomagno acerca del suceso conocido como la «masacre de Verden», episodio que se enmarca dentro de las guerras entre francos y sajones.
Does a man have to fight all his life Only in death to take flight to the skies? Warmongers vie to take my throne No respect is ever shown
Situación antes de Carlomagno:
A la muerte de Pipino el Breve (768) el Reino de los francos quedó dividido entre sus hijos Carlos y Carlomán. Sin embargo, pocos años más tarde, Carlos se haría con el reino de su hermano a la muerte de este, unificando el territorio. Es a partir de entonces cuando comienza la expansión territorial, siendo la conquista de Sajonia la gran empresa del reinado de Carlomagno.
Esta primera estrofa presenta a un rey que se ve agredido por otros «belicistas» y que defiende «su territorio» (en esta época la idea de Estado era imaginada como derecho patrimonial). No solo guerreó con los sajones, sino que la expansión franca tuvo varios frentes: el sajón, el italiano contra los lombardos y en Hispania frente a los musulmanes.
Mapa con los territorios del Imperio de los francos. Fuente: Wikipedia.
To Pope, or Prince, nor man, nor beast And steal our cattle for to feast! No Earthly princeling mind shall take For scandalous idolatry so fake!
Inicio de la guerra contra los sajones:
A la llegada al trono, Carlomagno consiguió una alianza con el pontificado recibiendo legitimidad para llevar a cabo sus acciones militares en favor de la difusión de la fe cristiana. Con respecto a estas campañas, podría parecer que existía una planificación sistemática, pero las motivaciones fueron diferentes en cada una de ellas.
In borderland raids, they came in their hordes Ransacking villages, taking the spoils With nothing to lose, and possessions few Bold, sturdy, fearless and cruel!
Para el caso que nos ocupa, la relación entre sajones y francos era inestable. Parece ser que reconocían la supremacía franca pero realizaban razzias (expediciones de pillaje) sobre el territorio gobernado por Carlomagno. En el año 772, a consecuencia de una de estas expediciones de saqueo, Carlomagno condujo a su ejército hacia el santuario de Irminsal, destruyéndolo. Esta sería la primera de muchas incursiones sobre territorio sajón, un conflicto que duraría alrededor de treinta años.
Debido a que los sajones carecían de un líder que aunara el territorio, los carolingios se encontraban en la situación continua de que algunos aceptaban la paz y otros continuaban con la lucha. Esto condujo a Carlomagno a establecer una serie de guarniciones en las proximidades del río Weser y en Eresburg.
Defiant of Baptism on pain of death Tough measures call for me to be ruthless To set an example to the rebels Draconian for their worship of devils
A lo largo de esta contienda Carlomagno promulgó una serie de leyes en las que se instaura un duro régimen administrativo (leyes draconianas según la canción) propio de un territorio ocupado por la fuerza, así como una evangelización que castigaba con la muerte a los paganos y a aquellos que se enfrentaran a la iglesia.
La Capitulatio de Partibus Saxoniae (782-85) nos dice que:
Aquellos que asaltan violentamente una iglesia y quitan algo en ella por la fuerza o con robo o que dejan que la iglesia se incendie deben morir.
Los que rompen los ayunos de cuarenta días antes de Pascua en desprecio de la fe cristiana y comen carne deben morir. Pero el sacerdote debe verificar si no se vio obligado a comer carne por necesidad.
Quien mate a un obispo, un sacerdote o un diácono debe morir.
La pena de muerte es sufrida por el hombre que es engañado por el demonio y que cree en la costumbre pagana de que cualquier hombre o mujer es brujo y devorador de hombres y, por lo tanto, los quema o consume su carne o la pasa para consumo.
La pena de muerte se otorga a aquellos que, según la costumbre pagana, entierran cadáveres entregando sus cuerpos a las llamas.
Aquellos que desean permanecer paganos y esconderse entre los sajones deben morir, para no ser bautizados o rechazados para ir al bautismo.
Los que sacrifican a una persona al diablo y los ofrecen a los ídolos según la costumbre pagana deben morir.
Aquellos que quieran hacer votos contra los cristianos con los gentiles o que quieran perseverar con ellos como enemigos de los cristianos deben morir. Y quien lo apoya contra el rey y el cristianismo también debe morir.
Esta ley fue establecida años después de la masacre de Verden. No obstante, la canción no se muestra en orden cronológico ya que narra la historia como un recuerdo de estas campañas.
Entra en escena Widukind:
How many times did I venture forth To the extreme wilderness of the north? To subdue those whose hatred was great Against churches and priests of our Christian state
Volviendo al contexto histórico, la iglesia había tratado de evangelizar los territorios sajones con escaso éxito y, en muchas ocasiones, las incursiones sajones apuntaban a iglesias y monasterios.
Carlomagno pudo haber pensado que el problema ya estaba resuelto y dirigió sus esfuerzos a la cuestión lombarda. No obstante, la guerra en Sajonia estaba lejos de solucionarse. Poco después de la destrucción de Irminsal, apareció el que sería el líder de la resistencia sajona pagana, Widukind de Westfalia, un comandante militar con la capacidad política de cultivar las relaciones con frisones y daneses paganos. En el año 773, una fuerza sajona aprovechó la preocupación de Carlomagno con Italia para recuperar Eresburg y Syburg. Es ahora cuando el enfrentamiento entre ambos pueblos se recrudece.
Estatua de Widukind en Herford, Alemania. Fuente: Wikipedia.
Shall my realm be taken as I toil To force others out of Frankish soil? And I return to learn that all is lost Yet my companions I trust, the sword and the Cross
Al año siguiente, mientras Carlomagno todavía estaba ocupado en el norte de Italia, los invasores asolaron gran parte del norte de Hesse y quemaron la abadía en Fritzlar, asesinando al abad y los monjes. Durante el otoño, Carlomagno se apresuró hacia el norte, conquistando la capital lombarda de Pavía y, reuniendo todas las tropas locales que pudo, retomó Eresburg antes de que se acercara el invierno y detuviera las operaciones.
La guerra toma un matiz religioso a partir de este momento ya que en enero del año 775, durante una asamblea de los principales líderes carolingios en Quierzy, Carlomagno decidió que los paganos sajones debían ser derrotados y convertidos al cristianismo, o ser aniquilados.
Those good industrious Frankish folk Who toil out lands with oxen and yoke! Whilst Lombard, Vulgar and Moorish men Dare to even glance at them!
Tras un corto período de tranquilidad que Widukind aprovechó para ganar aliados, en el año 777, consciente de las actividades del líder sajón, Carlomagno reunió un ejército particularmente grande, que llevó a Paderborn, donde se había convocado a otra asamblea general de líderes carolingios que se centró en la administración de las tierras sajonas conquistadas.
A esta asamblea acudieron numerosos líderes sajones, quienes aceptaban la rendición. Widukind no estaba presente, sino que se había aliado con el rey danés Sigfred, lo cual significaba que la resistencia sajona seguía activa.
Mientras estaba en Paderborn, Carlomagno recibió una solicitud de apoyo del gobernador de Zaragoza en la zona de la frontera con el Emirato de Córdoba, que estaba en rebelión contra Abd al-Rahman I. Confiado en que Sajonia estaba ahora bajo control, Carlomagno acordó enviar un ejército al año siguiente, que resultó en un fracaso. Además, mientras se llevaba a cabo esta campaña, Widukind regresó a Sajonia destruyendo Karlsburg. Pronto fue rechazado por tropas carolingias pero los ataques sajones continuaron sacudiendo la zona hasta que en el año 782 los sajones obtuvieron una gran victoria en las colinas de Süntel.
La derrota fue humillante para Carlomagno debido a la pérdida de hombres valiosos de la élite militar, por lo que se dirigió al norte para castigar a los sajones.
La masacre de Verden:
Converting entire tribes by the sword In the name of Jesus Christo, our Lord On that day in Verden No mercy given Victory to the chosen people
Los sajones se sorprendieron por su propio éxito pero también se dieron cuenta de que las consecuencias serían terribles. Debido a la marcha de Carlomagno en represalia por la derrota, muchos de sus líderes se reunieron cerca del asentamiento fortificado de Verden, junto a la confluencia de los ríos Weser y Aller, no para luchar, sino para rendirse. Los líderes sajones entregaron a todos los rebeldes que pudieron. Entre los que no se encontraba Widukind, que había vuelto a huir a tierras danesas.
Four thousand men all dead in one day They would not renounce their heathen ways Thirty years of campaigning consumed To subject those pagans to Christianhood
Al mismo tiempo, Carlomagno ordenó decapitar a 4.500 personas en lo que se conoció como «la masacre de Verden» con la excusa de que habían vuelto a practicar ritos paganos. Este castigo fue un mensaje tanto a sus enemigos como a sus aliados: para los primeros, la rebelión saldría muy cara; para los segundos, la muerte al servicio del rey sería vengada. Este mismo año (782) se redactó la Capitulatio de partibus Saxoniae, de la que ya hemos visto su dureza en los párrafos anteriores.
En lugar de aplastar la resistencia, la matanza en las afueras de Verden causó un resentimiento aún mayor que estallaría en diversas rebeliones a partir del 783 otra vez apoyadas por Widukind hasta que, en el año 785, el líder sajón fue derrotado y se convirtió al catolicismo.
Ary Scheffer: «Carlomagno en Pderborn» (1840). Óleo sobre lienzo. Fuente: Wikipedia. Carlomagno acepta la rendición de Widukind.
Entre los años 782 y 802 se establecieron una serie de leyes conocidas como la Lex Saxonum en las que se incorporaba este territorio al Imperio Carolingio, así como un compromiso entre las costumbres sajonas y las francas, siempre amparadas bajo el cristianismo. Este nuevo sistema requería que los miembros de la aristocracia sajona juraran lealtad como vasallos de Carlomagno y se convirtieran a la fe cristiana.
En estos años hubo algún conato de levantamiento pero fue sofocado rápidamente, la guerra se considera terminada en el año 804 y el problema carolingio se tornó hacia la nueva amenaza del norte.
(I shed Blood of Saxon Men) I shed the Blood of the Saxon men I shed the Blood of the Saxon men I shed the Blood of the Saxon men I shed it at Verden I shed the Blood of the Saxon men I shed the Blood of four thousand Saxon men I shed the Blood of the Saxon men I shed the Blood of the Saxon men!
Bibliografía:
– Goff, J. L. (1999). La civilización del occidente medieval. Grupo Planeta (GBS).
– Halphen, L. (1992). Carlomagno y el Imperio carolingio. Ediciones AKAL.
– Nicolle, D. (2014). The Conquest of Saxony AD 782–785: Charlemagne’s defeat of Widukind of Westphalia. Bloomsbury Publishing.
– Quintana, J. C. R. (2008). Breve historia de Carlomagno y el Sacro Imperio Romano Germánico: La desconocida historia de la Europa medieval y del emperador que la hizo renacer del oscurantismo y sentó las bases de la cultura de Occidente. Ediciones Nowtilus S.L.
Alestorm es un grupo escocés de folk metal que lo mismo te canta sobre una borrachera, que te cuentan con todo lujo de detalles un acontecimiento histórico con flotadores e hinchables con forma de patito. Siempre han demostrado que el sentido del humor y el cachondeo no están reñidos con la buena música, incluso cuando tratan temas tan serios como el asedio a Cartagena de Indias en 1741, como ocurre en la cuarta canción de su álbum Sunset on the Golden Age (2014) que lleva por título 1741 (The Battle of Cartagena).
Alestorm actuando en el Rockharz Open Air en 2015. Fuente: Wikipedia.
El título de la canción no deja lugar a dudas, nos remontamos al siglo XVIII: tras la Guerra de Sucesión española (1700-1715), que había involucrado a la práctica totalidad de las potencias europeas, Gran Bretaña se alzó como la fuerza hegemónica no solo por sus posesiones territoriales sino porque se le concedió el «asiento de negros», el permiso para vender esclavos en América, y el «navío de permiso», el permiso para comerciar con las colonias españolas en América. Ambos habían sido hasta entonces privilegios reservados a la Corona española.
Comenzó entonces un período de creciente tensión entre el Imperio español, que buscaba recuperar algunos de los territorios y privilegios perdidos, y el Imperio británico, que trataba de aprovechar la decadencia española para aumentar su poder. Así, hubo roces continuos por territorios perdidos por España como Menora y Gibraltar, por la actividad comercial legal e ilegal de Inglaterra en las colonias españolas y los problemas fronterizos en América del Norte. Finalmente, toda esa tensión cristalizó en la llamada guerra del Asiento (1739-1748), que transcurrió en su mayor parte en el Caribe y que tuvo en el sitio de Cartagena de Indias uno de sus momentos de mayor trascendencia.
La letra de la canción es tan detallada, que intentaremos hacer un análisis pormenorizado para desentrañar los acontecimientos que nos narra, aunque sin perder de vista que Alestorm son escoceses y, por tanto, lo cuentan desde un punto de vista británico.
Sailing the raging seas
To distant lands unknown
Porto Bello fell in a day
Now Britannia rules the waves
Ya tenemos la primera alusión a un acontecimiento: Porto Bello (para nosotros a partir de ahora Portobelo) cayó en un día, dice la canción. Portobelo era uno de los puertos más importantes para el comercio español, en especial para la salida de la plata, pero también para el tráfico de esclavos. Su ubicación al norte del istmo de Panamá, aunque aún no existía el canal, lo convertía en un punto estratégico importantísimo. Por todo ello, no debe sorprendernos que se convirtiera en uno de los primeros objetivos de los navíos británicos.
Plano de la Bahía y Ciudad de Portobelo realizado por Jorge Juan, Antonio de Ulloa, Tomás López y Thomas Jefferys en el siglo XVIII. Fuente: Biblioteca Nacional de España.
Portobelo cayó con sorprendente facilidad, como dice la canción, en solo un día (entre el 20 y el 21 de noviembre de 1739). Al parecer, la incompetencia del gobernador había expuesto la ciudad y había dado lugar a la destrucción total del puerto.
Podría parecer que, por la alusión de la canción, Britannia era un buque. Y si bien es cierto que ha habido varios navíos ingleses con ese nombre y de hecho el propio Vernon sirvió en uno como alférez, en este caso parece que se trata más bien de una alegoría a Gran Bretaña. De hecho, fue la victoria en Portobelo la que inspiró el celebérrimo himno Rule Britannia, compuesto en 1740 y que dice precisamente: «Rule, Britannia! Britannia, rule the waves».
Thirty thousand men at arms
Red Ensign in the sky
To Cartagena we set sail
With blood and plunder we’ll prevail
«Dadme seis barcos y tomaré Portobelo», había dicho el almirante Vernon ante el Parlamento británico antes de partir. «¡Tomad once y someted Cartagena!», respondió el Parlamento.
Las noticias que llegaban de Portobelo hacían presagiar que se avecinaban tiempos difíciles para Cartagena de Indias, un puerto de aún mayor importancia que el de Portobelo ubicado al norte de la actual Colombia. Tal y como advierte la canción, ahora el objetivo era Cartagena.
Twice struck, and twice we’ve failed
But third time works a charm
The greatest fleet the world has seen
To fight the War of Jenkins’ Ear
Llegados a este punto de la canción, parece que aquí puede haber un poquito de lío. En ella se habla de tres ataques, dos en el pasado y uno que se avecina. Efectivamente, los británicos lanzaron contra Cartagena tres ataques: marzo de 1740, mayo de 1740 y marzo-mayo de 1741. Y los tres, como puedes ver, son posteriores a la destrucción del puerto de Portobelo. Si la canción trata el tercer ataque, como parece indicar, han metido la alusión a Portobelo quizá para darse algo más de importancia, porque efectivamente hubo otros ataques a esa ciudad, pero el ataque del que hablan en los versos anteriores es el de 1739.
Podría parecer que también se han venido un poco arriba con lo de «la flota más grande que el mundo ha visto», sin embargo, hay quien así la cita: casi 200 barcos y alrededor de 30.000 hombres (como se indicaba al inicio de la canción). Aunque estas afirmaciones en historia siempre son difíciles de hacer.
Pintura del asedio a Cartagena de Indias realizada por Luis Fernández Gordillo. Fuente: Fundación Museo Naval.
Y aquí llega un punto interesante: «para luchar la guerra de la Oreja de Jenkins». Resulta que la guerra del Asiento, recibe ese otro nombre en el mundo anglosajón. Ya hemos dicho que había varios motivos para la guerra, sin embargo, el detonante fue un episodio protagonizado por un contrabandista inglés, Robert Jenkins. Este hombre, junto a su barco y su tripulación, fue apresado en las costas de La Florida española, en América del Norte, por un buque español. En su encuentro, el capitán español cortó de tajo la oreja a Jenkins y le dijo que haría lo mismo al monarca británico si continuaban con sus actividades de contrabando. Jenkins regresó a Londres, donde consiguió ser escuchado por el Parlamento, que días después declararía la guerra a España.
Waters lash across the bow
Through Caribbean Seas
The year is 1741
The final battle has begun
Los barcos avanzan por tercera vez hacia Cartagena de Indias, y en marzo de 1741 llega la batalla final. Y llega también el estribillo:
The skies are burning with thunder
The seas are ablaze with flame
Set the course for Cartagena
The sands of time will remember our names
Estos versos se repiten una vez en el estribillo pero cambiando la última frase por una que viene muy bien para la temática de nuestro blog: History is written today («la historia se escribe hoy»).
Bocachica, una de las fortalezas de Cartagena de Indias. Fuente: Pixabay.
Across the sea-lashed deck
Our captain gives a cry
«Cartagena lies ahead
The Spanish foe will soon be dead!»
Y llegamos a la parte graciosa del tema: «el enemigo español pronto morirá», exclama el capitán con Cartagena al frente. En este punto de la canción, durante los conciertos en España en que la han interpretado, han parado a veces para hacer alguna broma y rebajar la tensión.
Portents of coming doom
Engulf the battle line
High above, the heavens sigh
A red light burning in the sky
Se ponen poéticos y llega una pequeña parte instrumental antes de que unas voces guturales digan:
An omen of dread
Which no man can deny
The legends hold true
We must turn back or die
Superstitious fools
Be gone from my sight
Blast the trumpets of war
And prepare for the fight
Se habla en estos versos de leyendas, de extrañas creencias y se llega a hablar de idiotas supersticiosos. En realidad tampoco es que se pongan muy poéticos los amigos de Alestorm, sino que, como en cualquier otro relato cargado de epicidad, en las crónicas que se refieren al sitio de Cartagena se citan varias supersticiones y creencias, tanto del lado español como del lado británico. El ataque a Cartagena comenzó el lunes 13 de marzo de 1741. El lunes era un día de la semana que dividía a los españoles, unos lo consideraban un día de buena suerte, otros un día funesto, pero con el 13 había consenso entre británicos y españoles para considerarlo un día de mala suerte. Tampoco ayudaba a los británicos que fuera la tercera vez que atacaban la ciudad, habiendo perdido estrepitosamente las dos primeras ocasiones.
Encaramos el final de la canción:
Hard to starboard
Man the cannons
And on my command, unleash hell!
FIRE! Show them your steel
Bring them to death on the battlefield
Ride on the wind, and conquer the foe
The legends be damned, to our deaths we will ago
«Todo a estribor, hombres a los cañones, y a mi orden, ¡desatad el infierno!». Estamos en la parte más épica de la canción y «¡Fuego!», gritan a coro los componentes del grupo.
Da la sensación de que se libró una gran batalla conforme los navíos arribaron a Cartagena, sin embargo, los británicos no estaban dispuestos a perder una tercera vez, así que se dispusieron a llevar a cabo un bloqueo. Vernon dio la orden de bloquear el puerto y empezar a rodear los fuertes que protegían la ciudad.
Cartagena estaba defendida por un contingente español diez veces menor que el británico. Al frente de la defensa se encontraba el almirante Blas de Lezo, un veterano vasco al que los años le habían pasado factura, pues se había quedado manco, cojo y tuerto, motivo por el cual lo habían apodado «Mediohombre». Sin embargo, no era la primera vez que Vernon se medía con él y sabía que no debía menospreciarlo.
Retrato de Blas de Lezo de autor desconocido. Fuente: Wikipedia.
Efectivamente, lo que parecía que se resolvería rápidamente se acabó convirtiendo en un asedio que se prolongó más de dos meses (del 13 de marzo al 20 de mayo).
Aunque no se habla de la derrota en la canción, el último verso antes de que vuelva a sonar el estribillo nos deja claro el destino de los británicos: «The legends be damned, to our deaths we will ago», a la mierda las leyendas, vamos hacia la muerte.
Pese a su inferioridad numérica, los españoles, gracias sobre todo a la experiencia e ingenio de Blas de Lezo, consiguieron repeler todas las tentativas de los ingleses. De forma que, sin recursos suficientes para un sitio tan largo, con el paso de las semanas los hombres de Vernon que no morían en batalla lo hacían a causa del hambre y las enfermedades. Así las cosas, las tropas británicas se retiraron el 20 de mayo de 1741 sabiendo que habían sido derrotadas en la batalla más decisiva de la guerra.
Finalmente, a pesar de los siete años más que duró la guerra y de la enorme cantidad de recursos movilizada por ambas partes, la guerra del Asiento terminó sin un claro vencedor, al final del conflicto la situación siguió siendo la misma que al principio. Sin embargo, ambas potencias encontrarían problemas más graves que resolver en sus respectivos territorios que les impedirían retomar un conflicto entre ellas, aunque aprovecharían otras guerras para seguir pinchándose mutuamente.
Bibliografía:
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