«ROCK THE CASBAH» – The Clash y la Revolución iraní

The Clash cuenta en su historia con varios éxitos: «Should I Stay Or Should I Go», «London Calling», «Spanish Bombs»,… Sin embargo, solo uno de sus temas llegó a posicionarse entre los diez primeros más escuchados en Estados Unidos: «Rock the Casbah». Un tema histórico que, sin embargo, dio muchos dolores de cabeza a sus autores.

Si bien es cierto que fue un éxito arrollador para la banda, quizá en la actualidad se les recuerda mejor por esos otros temas que hemos mencionado. Pero para entender de qué trata la canción y cuáles fueron las claves de su éxito, debemos poner un poco en contexto a The Clash.

Cuando The Clash saltó a la palestra en la segunda mitad de la década de los setenta, el mundo del punk rock ya contaba con gigantes como The Ramones, Patti Smith o Sex Pistols. Sin embargo, The Clash supieron hacerse un hueco con algo distinto: su compromiso político. Frente al nihilismo del resto de grupos de punk, The Clash planteaban una crítica ácida y comprometida con los problemas políticos y sociales de todo el mundo. Y en ese sentido, «Rock the Casbah» es el mejor ejemplo.

La canción salió al mercado en un momento en que el grupo ya estaba consolidado, en 1982. Formaba parte del álbum Combat Rock, que incluía también el mítico «Should I Stay Or Should I Go».

Portada del álbum Combat Rock de The Clash (1982).

A diferencia de otros temas de The Clash, la primera versión de «Rock the Casbah» fue prácticamente creada por el percusionista de la banda, Topper Headon. Tanto letra como composición y arreglos musicales para bajo, piano y batería son obra suya. Sin embargo, aquella primera versión tenía una temática completamente distinta a la que acabó teniendo, y eso se lo debemos al resto de componentes del grupo, en especial a Joe Strummer.

Joe Strummer. Fuente: Wikimedia.

Strummer, inspirado por la letra original de Headon, vio la oportunidad de convertir el tema en un himno contra la censura que estaba teniendo lugar en otros lugares del mundo. Pero ¿de qué hablamos?

Nos remontamos un par de años, a 1979, momento en que en Irán llega al poder el ayatolá Ruhollah Jomeini. Jomeini había encabezado la oposición a los intentos modernizadores y occidentalizadores del sah, máxima autoridad política de Irán que había ignorado la autoridad religiosa de los ulema, el clero musulmán chiita. La posición de los religiosos había triunfado entre los sectores más conservadores de la sociedad iraní, creando un movimiento de oposición a los monarcas que articuló la denominada Revolución iraní.

Sus continuas críticas y su colaboración con los revolucionarios, llevaron al exilio a Jomeini. Pero en 1979, aprovechando la supuesta convalecencia del sah, que algunos han considerado un autoexilio provocado por las presiones de sus opositores, el gobierno interino autorizó el regreso de Jomeini a Irán. A su vuelta fue recibido por millones de partidarios que dieron como ganada la revolución y que colaboraron para deponer a ese mismo gobierno interino.

Jomeini en su regreso a Irán. Fuente: La Vanguardia.

Así se abrió un proceso por el cual Irán pasó de ser una monarquía a una república islámica que, poco a poco, fue dando forma a un régimen autoritario y teocrático regido por el propio ayatolá Jomeini.

El nuevo régimen, mucho más conservador que el anterior, comenzó una cruzada contra todo lo occidental, y eso incluía la música: los estilos de música occidental (pop, rock, punk, reggae, disco…) fueron prohibidos y sometidos a una rígida censura. Este hecho fue el que articuló la creación de «Rock the Casbah»:

By order of the Prophet

We ban that boogie sound

Así reza la canción: Por orden del profeta prohibimos ese sonido boogie. Y la crítica al ayatolá se hizo presente en los míticos coros de la canción: Sharif don’t like it. Strummer tomó la casbah, la parte central de las fortificaciones o alcazabas musulmanas, como símbolo de ese poder islámico y llamó a “rockearlas” en el estribillo del tema. Y, por si cabía alguna duda, The Clash grabó un videoclip en que pusieron a musulmanes y judíos a bailar ska juntos (y beber alcohol, lo que molestó a algunos religiosos). 

Portada del single (1982).

La idea era genial y la canción tuvo un éxito rotundo. Sin embargo, acababa de nacer el mayor dolor de cabeza en la carrera de The Clash en general y Strummer en particular.

The Clash pretendía denunciar la censura y los abusos del régimen radical islamista, querían reivindicar la libertad, pero hubo quien quiso utilizar el tema para fines que nada tenían que ver con las intenciones de la banda.

En agosto de 1990 Estados Unidos puso en marcha la Operación Tormenta del Desierto con la ayuda de sus aliados, había comenzado la Guerra del Golfo. Durante meses los aviones de la coalición dirigida por Estados Unidos bombardearon objetivos militares y civiles de Irak y Kuwait. Y sobre los misiles los soldados estadounidenses habían escrito orgullosos el lema «Rock the Casbah». Es más, la canción se usó durante la guerra en reportajes y fue coreada por los soldados en más de una ocasión.

Strummer y el resto del grupo, que eran convencidos pacifistas contrarios a la intervención militar, quedaron muy afectados al ver estas imágenes y en más de una ocasión denunciaron que el tema se hubiera tergiversado. Y, sin embargo, aún tuvieron que volver a ver imágenes similares en otras intervenciones militares más recientes en Oriente Próximo.

Referencias:

  • Kapuscinski, R. (2007). El sha o la desmesura del poder. Anagrama.
  • Greene, A. (2009). «The Clash’s Topper Headon Demonstrates How He Wrote ‘Rock the Casbah'». Rolling Stone.
  • Documental: Joe Strummer. The Future Is Unwritten (Julien Temple, 2007).

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