En este viaje que venimos realizando en este mes de marzo dedicado a las mujeres, era obligatorio hacer una parada en 1999. Aquel año fue especialmente productivo en lo que al feminismo hecho música se refiere, en plena ebullición del movimiento Riot Grrrl, y muestra de ello fue el lanzamiento del álbum Post Orgasmic Chill de Skunk Anansie. Sin embargo, en esta ocasión nos gustaría hacer mención a otro lanzamiento que se produjo en el mismo año: Le Tigre.

Le Tigre fue el álbum debut de la banda homónima fundada apenas unos meses antes por Kathleen Hanna, cantante del grupo de punk-rock Bikini Kill. En 1998, después de la disolución de esta banda, Kathleen apostó por un sonido más electrónico, aunque sin abandonar del todo el punk, uniéndose a Johanna Fateman y JD Samson y creando Le Tigre.
Los mensajes progresistas y feministas eran ya una seña de identidad en las canciones de Bikini Kill, y Le Tigre no solo continuó esa tradición, sino que profundizó en ella. Mientras su sonido se volvía más comercial y rítmico, sus mensajes eran más claros y directos. Y en ese sentido, su primer álbum tuvo como carta de presentación el tema «Hot Topic».
La monotonía y sencillez de esta canción puede dar la sensación de ser algo completamente superfluo, sin mensaje alguno. Sin embargo, todo cambia cuando te paras a escuchar (o leer) la letra y encuentras nombres, nombres y más nombres, que guardan una relación concreta y tienen una intencionalidad clara.
El tema arranca con la repetición a coro de un par de frases que, si no fuera por el ritmo, bien podrían pasar por versos de un rap:
Hot topic is the way that we rhyme
Hot topic is the way that we rhyme
One step behind the drum style
One step behind the drum style
Pero en seguida la voz de Kathleen Hanna se superpone a la repetición machacona y ahí es donde empieza la enumeración:
Carol Rama and Eleanor Antin
Yoko Ono and Carolee Schneeman
You’re getting old, that’s what they’ll say, but
Don’t give a damn I’m listening anyway
De pronto aparecen una serie de nombres. Una de ellas, Yoko Ono, no necesita presentación, pero ¿quiénes son las otras tres mujeres? Pues personas que guardan relación con la actividad de la artista japonesa: Eleanor Antin es una artista conceptual dedicada, sobre todo, al mundo de las performances y cuya obra a menudo incluye mensajes feministas.
Carolee Schneemann fue también una artista de performance cuya obra giraba en torno a la sexualidad y el género. Por su parte, Carol Rama también fue una artista, pero esta dedicada sobre todo a las artes plásticas, concretamente a la pintura, y su obra tenía un marcado carácter provocador, con continuas alusiones explícitas al sexo y el desnudo. Está claro que la introducción de estas artistas en la letra no era casual.

No es ningún secreto que el papel de la mujer en la historia del arte ha sido tradicionalmente menospreciado, cuando no ocultado de forma más o menos premeditada. Le Tigre no dudaron en poner a las artistas en el centro del tema principal de su primer álbum, y arrancar con artistas contemporáneas cuya obra gira en torno precisamente al género, la identidad sexual y el feminismo, era toda una declaración de intenciones. Pero no nos detengamos, pues llegamos al estribillo…
Stop, don’t you stop
I can’t live if you stop
Don’t you stop
La enumeración de nombres continúa con:
Gretchen Phillips and Cibo Matto
Leslie Feinburg and Faith Ringgold
Mr. Lady, Laura Cottingham
Mab Segrest and The Butchies, man
Abandonamos las artes visuales para trasladarnos al mundo de la música de la mano de Gretchen Phillips, una cantante estadounidense que hizo de su orientación sexual el tema principal de su producción musical, y Cibo Matto, una banda integrada exclusivamente por mujeres disuelta en 2017. Aun en el plano musical, la mención a Mr. Lady es completamente comprensible, pues era el sello discográfico independiente que amparó a Le Tigre y al otro grupo que se cita al final de la estrofa, The Butchies, otra banda exclusivamente femenina de punk rock.
Le Tigre no descuidan ninguna disciplina artística, y el resto de nombres de esta estrofa se refieren a escritoras y activistas feministas: Leslie Feinburg, Mab Segrest y Faith Ringgold, esta última, célebre por la realización de colchas narrativas de clara influencia africana a través de las cuales hace reivindicaciones feministas y antirracistas. Por otra parte, Laura Cottingham es, a la vez, una reconocida artista y crítica de arte.
Vuelve a sonar el estribillo, pero esta vez le sigue la coletilla:
So many roads and so much opinion
So much shit to give in, give in to
So many rules and so much opinion
So much bullshit but we won’t give in
«Tanta mierda a la que ceder, ceder a tantas reglas y a tanta opinión»… «Pero no cederemos».
A estas alturas de la canción, queda claro que se trata de un reconocimiento a todas esas mujeres que, en ese momento, se habían labrado un hueco en el mundo del arte desde tantas disciplinas para alzar su voz con claros mensajes feministas, de forma que dicho reconocimiento sirva a su vez de reivindicación por parte de Le Tigre.
Y, como advierten en el estribillo, no se detienen y continúan con:
Tammy Rae Carland and Sleater-Kinney
Vivienne Dick and Lorraine O’Grady
Gayatri Spivak and Angela Davis
Laurie Weeks and Dorothy Allison
Volvemos a encontrarnos artistas visuales como Tammy Rae Carland, y de performance como Lorraine O’Grady, y una cineasta como lo es Vivienne Dick. Vuelve a haber mención a la música con la banda de rock alternativo Sleater-Kinney, que siguen en activo. Y el espacio dedicado a la filosofía y el ensayo llega de la mano de Laurie Weeks, Dorothy Allison, Gayatri Spivak y Angela Davis. Esta última miembro del Partido Comunista de los Estados Unidos y simpatizante del Black Panther Party.

La canción insiste en ese mensaje del estribillo:
Stop, don’t you stop
Please don’t stop
We won’t stop
Para terminar con una incansable enumeración de nombres que incluyen a personalidades que ya no se limitan el momento en que se escribió la canción, como es el caso de la escritora Gertrude Stein, o artistas de la talla de Nina Simone, Joan Jett o Aretha Franklin. Además, otra novedad de esa enumeración final es que incluye a hombres relacionados con causas en favor de los derechos LGTBIQ+ y los derechos civiles como David Wojnarowicz, Marlon Riggs, James Baldwin o Billy Tipton.
Así pues, después de toda esta enumeración, esperamos que esta canción que hemos rescatado hoy sirva no solo como la siempre necesaria reivindicación en favor de la igualdad en todos los sentidos, sino también como un escaparate con un sinfín de ventanas que nos permitan acercarnos a la obra de todas (y todos) estas artistas (músicas, pintoras, cineastas, escritoras, etc.), muchas de ellas aun injustamente ignoradas por el gran público.
Referencias:
Dimery, R. (2016). 1001 Discos que hay que escuchar antes de morir. Grijalbo.