Un 4 de octubre de 1957, en Kazajistán, se lanzó un cohete hacia el espacio desde el Cosmódromo de Baikonur. Este cohete contenía el primer satélite artificial que iba a ser puesto en órbita por el ser humano. A los 5 minutos y 40 segundos, el Sputnik 1 se separaría del cohete y poco después quedaría estabilizado, lo que supuso el éxito de la misión.
La canción que analizaremos a continuación es Sputnik, de la banda ucraniana de metal oriental Ignea (anteriormente conocidos como Parallax). Este tema se incluye en su primer EP, publicado en 2013. Este Extended Play se compone de cuatro canciones de temática espacial: Sputnik, Firebird, Mind the Past y Planet War.
El lanzamiento
A lo largo de la década de 1950 se planteó la idea de enviar satélites al espacio y en 1957 tanto Estados Unidos como la Unión Soviética tenían la capacidad para lograr este objetivo. En ambos países se trabajaban en los programas Vanguard y Sputnik.
El 20 de septiembre del mismo año se aprobó el lanzamiento del satélite Sputnik 1 para el día 6 de octubre. Sin embargo, la inteligencia soviética conoció que EEUU planeaba un lanzamiento suborbital para el mismo día, por lo que la fecha se adelantó al 4 de octubre.
La canción comienza con un locutor de radio que retransmite el mensaje del éxito de la puesta en órbita del Sputnik. En esa locución se describe el objeto y las fases del lanzamiento de la siguiente manera: «Hoy, una nueva luna está en el cielo: una esfera de metal de 23 pulgadas puesta en órbita por un cohete ruso. Aquí la concepción de un artista de cómo se logró la hazaña: un cohete de tres etapas: número uno, el propulsor de la clase de misiles intercontinentales; con un peso estimado de 50 toneladas. Una segunda etapa más pequeña tomó el control a 5.000 millas por hora y continuó hasta el punto más alto alcanzado. A 500 millas de altura, la luna artificial se impulsa a una velocidad que contrarresta la fuerza de la gravedad y se libera».
El artista que concibe el proyecto es Serguéi Koroliov, ingeniero soviético que diseñó el satélite y que decidió adelantar su lanzamiento del día 6 al 4 de octubre.
A continuación podemos observar un diagrama de cómo se realizó este lanzamiento.

El Sputnik 1
Iron head, iron spears
Spread out from sides away
Shiny globe without fears
Flies over skies again
En esta primera estrofa Ignea hace una descripción del satélite en la que dicen que su cabeza es de hierro, al igual que sus antenas (a las que llaman lanzas). No obstante, el Sputnik estaba fabricado en aluminio y se trataba de una «cabeza» esférica de 23 pulgadas dividida en dos hemisferios, es decir, las dos partes de la esfera se unían en el centro con pernos. En los laterales se acoplaban unas antenas de 2,4 y 2,9 metros. El recubrimiento exterior estaba pulido como apuntan en la estrofa «globo brillante sin miedos» el cual vuela sobre el cielo.
Con respecto a su vuelo, podemos destacar los 947 km de altitud que alcanzó en su punto más alejado de la órbita, realizando una vuelta a la Tierra en 96 minutos y medio, con una trayectoria de 65º en relación al ecuador y un movimiento en contra de las agujas del reloj.
Soviet star first of all
Was in the boundless space
But what if it’s sign of call
The first assigned phrase?
Efectivamente, la «estrella soviética» fue la primera de todas en ponerse en órbita en este «ilimitado espacio» y también fue la primera en mandar una serie de comunicaciones a la Tierra. Muchos estadounidenses afirmaron escuchar un molesto «bip…bip…» el 5 de octubre y en días posteriores. La realidad es que el satélite llevaba incorporado una serie de instrumentos que enviaban transmisiones de radio cuya duración era 0,3 segundos y que se pueden escuchar a continuación.
Las consecuencias políticas
Sputnik, Sputnik
The signal from the other ones
Sputnik, Sputnik
They hadn’t any red stars
Sputnik, Sputnik
The greetings from above
Sputnik, Sputnik
Alien tapering throw
Del estribillo nos quedamos con la frase «ellos no tenían ninguna estrella roja» ya que está cargada de simbolismo. Aunque el satélite era color plateado la «estrella roja» es una clara referencia a la URSS y los «otros» son Estados Unidos, con quienes competían en esta carrera espacial.
La puesta en órbita del satélite soviético provocó un cambio en la idea de que los ingenieros y científicos estadounidenses eran los mejores del mundo. Muchas fueron las voces que se preocuparon por esta situación puesto que consideraban el acto como una gran derrota de los Estados Unidos frente al enemigo soviético.
Nikita Jrushchov se consolidó como el hombre fuerte de la URSS en ese mismo año y en los días posteriores al lanzamiento del Sputnik realizó una serie de declaraciones que ahondaban en la herida que suponía para los estadounidenses la superioridad científica rusa.
En los días posteriores los periódicos debatían acerca de si el equilibrio de fuerzas se había decantado en favor de la URSS como podemos observar en el siguiente fragmento:

Cuando el mundo estaba asimilando la situación de que la Unión Soviética tenía un panorama científico igual o superior al de los norteamericanos, el 3 de noviembre del mismo año, la URSS volvió a sorprender al mundo enviando un segundo satélite al espacio, el Sputnik 2, el cual llevaba a bordo al primer ser vivo que fue puesto en órbita: la perra Kudryavka o Laika.
Esto supuso que el presidente Eisenhower hiciera un comunicado en el que, aunque reconocía los avances científicos de la URSS, resultó un ataque hacia el comunismo. En sus propias palabras «Conocemos su riguroso sistema educativo y sus logros tecnológicos. Pero vemos todo esto sucediendo bajo una filosofía política que pospone una y otra vez la promesa a cada hombre de que se le permitirá ser él mismo y disfrutar según sus propios deseos del fruto de su propio trabajo». Además, en ese mismo discurso hizo una alabanza al sistema educativo norteamericano e insistió en la necesidad de tener más científicos.
El lanzamiento de los Sputnik 1 y 2 sirvió como propaganda política que fluyó en todas direcciones. Incluso hubo expertos que pusieron en duda la veracidad de la puesta en órbita de los satélites, tomándolo como un elemento de propaganda soviética.

El resto de la canción ya no resulta tan interesante para analizar, pues fantasea con ideas de ciencia ficción. No obstante, ¿qué fue del Sputnik 1? Tras noventa y siete días en órbita, descendió a tierra y se calcinó, llegando a recorrer setenta millones de kilómetros.
Bibliografía
Crompton, S. W. (2007). Sputnik/Explorer I: The Race to Conquer Space. Infobase Publishing.
Harvey, B. (2007). The Rebirth of the Russian Space Program: 50 Years After Sputnik, New Frontiers. Springer Science & Business Media.
Sparrow, G. (2009). Spaceflight: The Complete Story from Sputnik to Shuttle–and Beyond. DK Pub.