Eluveitie es un grupo de folk metal suizo que se caracteriza por el empleo de instrumentos tradicionales centroeuropeos y celtas como la zanfona o la gaita. Sus letras tratan casi en exclusiva de mitología y cultura celta, más concretamente de los pueblos galos que poblaron su tierra, Suiza, y de hecho es habitual el uso de la desaparecida lengua gala en sus canciones. Pero han venido a parar a nuestro blog de la mano de una de las mayores victorias romanas, así que os proponemos un viaje a la Antigüedad para comprender por qué un grupo de folk suizo decide dedicar una canción a este acontecimiento.
Hablamos de la canción «Alesia», decimocuarta canción del disco Helvetios, quinto álbum de estudio lanzado en 2012. Y los hechos que nos narra la canción se remontan al año 52 a. C., a un momento en que Roma llevaba ya más de un siglo tratando de someter a los galos que poblaban los territorios de las actuales Francia, Bélgica, parte de Italia, Alemania y Países Bajos y, claro, Suiza.
La conquista de aquellos territorios se estaba convirtiendo en una empresa costosa para el ejército romano, pero sería un general romano el que le daría el empuje definitivo, Cayo Julio César. Por aquel entonces César acababa de ser nombrado procónsul de esos territorios recién conquistados, pero necesitaba progresar en la política romana para alcanzar sus ambiciosos objetivos, y una forma de hacerlo era añadiendo triunfos y victorias a su currículum. Así, decidió aplicar una política muy agresiva con los pueblos nativos galos que le permitiera regresar a Roma habiendo sometido toda la Galia de forma definitiva.
Mientras Julio César conseguía reunir a un ejército formado por varias legiones, milicias provinciales y mercenarios, los galos organizaron una gran confederación de tribus al frente de la cual pusieron al líder de los avernos, Vercingétorix, uno de los principales promotores de la unión frente a los romanos. Comenzó así el enfrentamiento entre las tropas romanas de César y las galas de Vercingétorix. Eluveitie tiene otras canciones dedicadas a Vercingétorix y a la Guerra de las Galias como «Kingom Come Undone» o «Carnutian Forest«.

Curiosamente, una migración fue el detonante de la alianza y el último gran enfrentamiento galo-romano: en el año 58 a. C. los helvecios, la tribu celta que poblaba la actual suiza y que da nombre al disco en que se incluye la canción, se vieron obligados a migrar a causa de las presiones de los pueblos germanos sobre su territorio. César, alegando que acudía para proteger a los galos del empuje germano para que no corrieran la misma suerte que los helvecios y de paso contener a estos, desplazó a sus tropas y llevó a cabo una invasión en toda regla de la Galia.
Tras restablecer las fronteras y asegurarlas, el ejército romano se estableció en el territorio ocupado y poco a poco fue imponiendo sus políticas, lo que fue despertando a la resistencia gala. Hubo varios levantamientos contra las presiones fiscales que fueron duramente reprimidas por las fuerzas de César. Algunas de estas rebeliones llegaron a desembocar en la extinción de tribus completas, cuyos individuos acababan ejecutados o convertidos en esclavos.
Vercingétorix aprovechó estas circunstancias para lanzar discursos contra el dominio romano que acabaron recalando en las distintas tribus que le fueron brindando un apoyo que desembocó en la formación de esa gran confederación ya en el 52 a. C.
Comenzó entonces un levantamiento por casi toda la Galia que en la primavera de aquel año dio lugar a una persecución contra los galos comandados por Vercingétorix por parte de las tropas romanas. La estrategia del galo pasaba por evitar un enfrentamiento directo y tratar de ir debilitando y agotando a los romanos aplicando tácticas como la tierra quemada. No obstante, se dieron a lo largo de los meses varias batallas y asedios. Y mientras tanto, más tribus se sumaban a la causa de Vercingétorix.
En verano, César llevó a cabo una reorganización de sus fuerzas que le permitió enfrentarse a los galos de forma más ágil y rápida, lo que obligó a las fuerzas de Vercingétorix a abandonar su estrategia y reunirse en Alesia.
Alesia era el nombre del principal oppidum de la tribu de los mandubios, es decir, una fortificación en un punto elevado que en este caso hacía las veces de capital de este pueblo. Allí se refugiaron los rebeldes galos y desde allí enviaron peticiones de auxilio a todos los pueblos aliados.
La canción de Eluveitie comienza con un tono relajado y la suave voz de Anna Murphy describe el que podría ser el momento en que los de Vercingétorix cruzan las puertas de la ciudad, aunque también podría corresponder a otro momento que veremos más adelante.
The grass was as green as it always was that sinister day
(La hierba era tan verde como siempre aquel día siniestro)
The blackbirds sang their songs as they always did that black-letter day
(Los mirlos cantaban sus canciones como siempre aquel día ominoso)
We passed the great gate for the very last time
(Atravesamos la gran puerta por última vez)
I did not look back, I knew we’d stay
(No miré atrás, sabía que nos quedaríamos)
En lugar de atacar directamente la ciudad, César decidió sitiarla. Para ello se inspiró en el asedio de Numancia que llevó a cabo Publio Cornelio Escipión, distribuyó a sus legiones en campamentos de campaña que rodearon toda la fortificación, de forma que los galos quedaron completamente aislados, no solo sin escapatoria, sino también sin acceso a recursos básicos para su supervivencia.
La situación se extendió durante semanas, durante las cuales, lejos de aflojar su cerco, los romanos unieron sus campamentos con unas grandes murallas con torres distribuidas de forma regular a lo largo de todo el cerco.

En la sexta semana, las reservas de alimentos de Alesia eran ya insuficientes para mantener a toda la población, de forma que las autoridades galas decidieron expulsar de la ciudad a todos los civiles que no pudieran luchar, muchos de ellos miembros de sus propias familias: ancianos, mujeres, niños, discapacitados… De esta forma, el problema de su sustento pasaba a ser de los romanos, pero cuando los expulsados tocaron a las puertas de César ofreciéndose incluso como esclavos, este los rechazó, pues sabía que no tenía alimentos suficientes para sus tropas y para ellos, así que alrededor de unas 10.000 personas acabaron muriendo de hambre entre Alesia y los campamentos romanos. Se trata, sin lugar a dudas, del momento más trágico de todo este episodio y del que muy probablemente nos hable en realidad la canción. Esto es al menos lo que parece cuando los guturales de Chrigel Glanzmann irrumpen en la canción para acompañar a la voz de Murphy):
I knew they would not let us go leave the death strip
(Sabía que no nos dejarían abandonar la franja de la muerte)
I saw the gleam in their eyes of fear and enslavement
(Vi el reflejo de temor y esclavitud en sus ojos)
Suffering from the crushing weight
(Sufriendo por el peso aplastante)
I knelt ground take me home
(Supliqué que me llevaran a casa)
Y llega estribillo al grito de «Alesia, Alisanos«. Alesia ya sabemos que es el nombre de la ciudad, y Alisanos, aunque a los españoles nos pueda sonar así, no es un gentilicio, sino el nombre de un dios galo que algunos estudios relacionan directamente con esta localización, de forma que sería un dios local cuyo culto se extendió quizá a otros puntos de cultura celta. Y sigue:
Wake me when I’m gone
(Despiértame cuando me haya ido)
Ianotouta, eternity
Desconocemos si Ianotouta tiene alguna relación con alguna deidad o si sencillamente es la palabra gala para eternidad.
Proclaim our barren sacrifice
(Proclama nuestro sacrificio inútil)
On that ground we cherished life
(En esa tierra amamos la vida)
We embraced death
(Aceptamos la muerte)
As the children’s cries trailed off
(Mientras se perdían los llantos de los niños)
Sob yielded deathly hush
(Tras los sollozos llegaba un silencio mortal)
The grass was as green as it always was that sinister day
(La hierba era tan verde como siempre aquel día siniestro)
As we walked the alleys like thousand times before
(Mientras caminábamos por las calles como miles de veces antes)
I knew we’d stay
(Sabía que nos quedaríamos)
Outside Alesia
(Fuera de Alesia)
We offered a living sacrifice
(Ofrecimos un sacrificio en vida)
Outside the doors of Alesia
(Fuera de las puertas de Alesia)
Where our tears run dry
(Donde se secaron nuestras lágrimas)
Quizá, la referencia que hace la letra al sacrificio hecho en el exterior de Alesia, invite a interpretar toda la canción de Eluveitie como una reflexión hecha por una de las personas expulsadas de la ciudad y que encontraron su final de forma dramática en aquella tierra de nadie.
A comienzos de octubre llegó a las proximidades de Alesia el ejército formado por los pueblos aliados que habían recibido las solicitudes de auxilio que habían enviado los de Vercingétorix en su llegada a la ciudad. Este ejército de socorro era imponente, formado por varias decenas de miles de hombres (hay estimaciones de entre 50.000 y 60.000 hombres). Sin embargo, el procónsul se había preparado para esta eventualidad: tras construir la primera muralla que rodeaba Alesia y comunicaba los campamentos romanos, ordenó construir una segunda muralla paralela y frente a ella se colocaron estacas, fosos y toda clase de trampas y obstáculos que impidieran al ejército de socorro aproximarse a ella.

Así, César y sus hombres estaban sometidos a una especie de asedio dentro de un asedio. Sin embargo, el tiempo seguía jugando en contra de los refugiados en Alesia, así que el primer día ya intentaron, sin éxito, romper las líneas romanas. Tras un segundo intento igualmente infructuoso, los galos lograron localizar un punto donde las defensas romanas eran más débiles a causa de la geografía y prepararon un ataque a ese punto que puso en jaque a los romanos, pues incluso desde Alesia los sitiados se organizaron para atacar el mismo punto. Para ambos bandos ese tercer encuentro era decisivo: los romanos se arriesgaban a que se unieran las fuerzas de Alesia y las del exterior y que estas lograsen romper las defensas romanas, mientras que los galos se quedaban sin tiempo y una tercera derrota podía suponer la pérdida total de esperanzas.
Consciente de ello, el propio César relata en su obra La guerra de las Galias cómo en ese momento decidió salir personalmente al encuentro de los enemigos, con la idea de que al ver su capa carmesí, sus hombres recuperasen la motivación para luchar. Gracias o no a su capa, el refuerzo al frente del cual se colocó el general desequilibró la balanza de nuevo en favor de los romanos. Los sitiados vieron cómo el ejército exterior era aplastado y decidieron abandonar la lucha y refugiarse de nuevo tras las puertas de Alesia, quedando de nuevo la victoria en manos romanas.
Al día siguiente, Vercingétorix reunió a los principales líderes en Alesia para tomar una decisión. Sobre la mesa tan solo dos opciones: el suicidio del líder galo o su entrega al enemigo. Finalmente la decisión fue la entrega de todos con vida. Poco a poco fueron saliendo de Alesia, entregando sus armas a los romanos y quedando a su merced.

El propio Vercingétorix se arrodilló ante César después de entregarle sus armas, este lo hizo encadenar y lo llevó con él a Roma encadenado como símbolo de su triunfo sobre la Galia. En Roma, el líder galo se mantuvo preso en el Tullianum (aunque algunos historiadores ponen en duda este dato), una célebre prisión próxima a los foros de la ciudad, a la espera de la celebración del triunfo de César para ser estrangulado a continuación. Sobre si fue estrangulado por orden de César o del Senado y sobre su encierro existen varias teorías distintas.
El triunfo de César en Alesia marcó el final de la Guerra de las Galias, a pesar de nuevas resistencias, batallas y asedios, el grueso de las tropas galas había sido derrotado, y en apenas dos años más, toda la Galia se convirtió en una provincia romana.
Bibliografía:
César, J. (2017). La guerra de las Galias. [Traducción de Ramírez de Verger, A.] Cátedra.
Goldsworthy, A. (2005). El ejército romano. Akal.
Goldsworthy, A. (2007). César. La biografía definitiva. La Esfera de los Libros.
Montanelli, I. (2003). Historia de Roma. Debolsillo.
Roldán, J. M. (2008). Césares. Julio César, Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. La Esfera de los Libros.
VVAA. (2017). La batalla de Alesia. El fin de la guerra de las Galias. 50Minutos.
Enlaces de interés:
Otra canción sobre Alesia: «Storm the Gates of Alesia«, de Ex Deo.
Para saber más sobre el asedio de Alesia, te recomendamos este podcast de HistoCast.